miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Y ahora qué?


Se acabó el espectáculo. La fiesta de la democracia se celebró el pasado domingo y para sorpresa de todos la izquierda, por fin, ha dado un vuelco electoral y pese a presentarse fragmentada y dividida será capaz, si logra alcanzar pactos, de gobernar en las plazas más importantes del panorama político español. Ahora, una vez terminado todo y en vistas a una cita mucho más importante en Noviembre, o incluso antes visto el descalabro del partido en el gobierno, todos los partidos empiezan a calentar motores para la batalla final. Pero si, primero hay que sacar las conclusiones acertadas de esta primera escaramuza y preparar las estrategias para asaltar la Moncloa.

Los que primero deben empezar a reaccionar deben ser los perdedores. Si, los perdedores. Digan lo que digan La Razón y otros medios afines el gran perdedor de la jornada del domingo fue el Partido Popular, que ha visto como se escapaban casi tres millones de votos y con ello las posibilidades de gobernar en todos los lugares que controlaba, incluso en plazas tan fuertes como Madrid o Valencia, bastiones conservadores desde principios de los noventa. Y es que aunque Esperanza Aguirre trate de salvar los muebles lanzando cantos de sirena al PSOE la realidad es que el PP va a tener difícil gobernar gracias a pactos. ¿El motivo? Parece que todos y cada uno de sus contrincantes en la arena política está dispuesto a todo por desalojarlos de cualquier gobierno.


Si soy sincero, creo que poco margen le queda al PP en estos momentos para tratar de salvar los muebles de cara a las generales. En estos momentos solo una mayoría absoluta les permitirá seguir en la Moncloa y tal como está el panorama político es algo con lo que no van a poder contar. Además el salvavidas que lanzaron al agua en forma de Ciudadanos y ese fascista reconvertido a persona de centro llamado Albert Rivera tampoco ha convencido al electorado. Demasiada naftalina. Así que supongo que de aquí a Noviembre veremos maniobras y contramaniobras para tratar de salvar los muebles, pero hay demasiada mierda en los cajones para que esto sirva de algo. Rajoy sobrevivirá, es su especialidad y además sus mayores rivales han perdido cualquier opción a plantar cara tras la debacle en las autonómicas, pero nada podrá evitar que sufra su tercera derrota en unas generales; se le está poniendo cara de Javier Arenas ya.

En cuanto al Partido Socialista, gran vencedor de las elecciones más allá de las candidaturas de izquierdas, recuperará plazas como el Pais Valenciano o Castilla La Mancha y además entrará en el gobierno de ciudades importantes como Madrid, Barcelona o Valencia de la mano de formaciones de izquierdas. En estos momentos la estrategia del PSOE de Sanchez solo puede ser una, ser fiel a la izquierda, alejarse de la poltrona y mantenerse junto a sus bases. Cualquier intento de separarse de esto y pensar en pactos con fuerzas de derechas basados en la "Responsabilidad de estado" sería un error. El PSOE ha logrado, como mínimo en apariencia, alejarse de la imagen de ser una marioneta más del PP. Seguir con esa estrategia es el camino, bueno, y evitar que Esperanza Aguirre les vuelva a birlar un gobierno sobornando a sus diputados...

Por orden voy a pasar al tercer partido del país hasta estas elecciones y que ha sufrido una debacle increíble, Izquierda Unida. La coalición de izquierdas solo ha sido capaz de conservar poder autonómico en Asturias y en otros lugares como Valencia o Madrid se ha visto fuera de las Cortes simplemente por la injusta ley del 5%. Pese a todo han logrado mantener poder municipal y tienen presencia en muchas ciudades del pais. Eso si, esto debe ser una llamada de atención y por suerte parece que Alberto Garzón lo ha entendido a la primera. El camino es la unión de la izquierda, la confluencia popular. El pacto y el entendimiento serán claves de cara a un triunfo de la izquierda en Noviembre.

Hablar de Ciudadanos es hablar de un fracaso. Darle una limpieza de cara a la derecha y aderezarlo con el yerno perfecto no ha servido para salvar los muebles del PP y aunque desde todos los medios se trato de vender al partido como una fuerza emergente las urnas han demostrado que no es así. Una comparación entre sus resultados reales y los resultados pronosticados por las encuestas nos dan una idea del globo hinchado en el que se habían convertido. Se imaginaban como una fuerza clave en la gobernabilidad de la mayoría de lugares y al final han resultado un cero a la izquierda en todos los lugares. Lo dicho, fracaso absoluto. Y no solo eso, sino que además se han visto en un dilema grave que puede afectarles de cara a las generales. Apoyar al PP o al PSOE en Andalucía y Madrid puede suponer una marcha de votos según el color elegido; y esto es algo que por ahora no se pueden permitir.

Decir que Podemos ha ganado estas elecciones cuando no ha logrado vencer en ninguna autonomía, aunque tiene presencia en todas, y no se presentaba a las municipales es arriesgado. Pero al final candidaturas a las que han dado su apoyo gobernaran las dos ciudades más importantes del país y en otras serán decisivas para la gobernabilidad. El proceso que empezó en el 15M hace unos años ha culminado con una victoria decisiva en estas elecciones que además ha abierto una nueva fase en la política de este país. ¿El siguiente paso? Presentar una candidatura seria de cara a las generales y tratar de unir bajo su estela al máximo de fuerzas de izquierda posible. Tras el 24M hablar de ver a Pablo Iglesias en la Moncloa es menos arriesgado.

Una vez repasados los partidos a nivel nacional me gustaría hacer un inciso sobre una fuerza valenciana que ha logrado un gran resultado. Hablo, como no, de Compromis. El trabajo bien hecho ha tenido su premio y su genial oposición al Partido Popular y sus corruptelas en Valencia les ha permitido obtener la Alcaldía de Valencia y ser un actor clave en la reconquista de la Generalitat por las fuerzas de izquierdas. Ahora llega el gran momento, las elecciones generales. De obtener los mismos resultados lograrían 7 diputados en Madrid. La duda es, ¿Vale la pena lograr estos diputados o será mejor confluir con otras fuerzas y lograr un mayor poder? Es algo que deben de plantearse lo más pronto posible.

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