jueves, 29 de octubre de 2015

Una apuesta por la juventud


Hoy vuelve el Calcio al blog, y además lo hace de la mano de un histórico, la Unione Sportiva Pro Vercelli Calcio. Vale, supongo que a más de uno no les sonará así de primeras, pero en los inicios del fútbol en Italia fue uno de los grandes, al nivel del Milán o el Inter en aquella época. No hay más que ver su palmarés, con siete ligas, vale que todas ganadas entre 1908 y 1922, pero bueno… También grandes jugadores han lucido sus colores, siendo Silvio Piola, tercer máximo goleador en la historia de la selección italiana y bigoleador en la final del Mundial de 1938 que Italia ganó en casa, el mayor. Imaginaos si es grande que los estadios del Pro Vercelli y del Novara, donde también jugó, llevan su nombre. Sumadle a ello que se le considera uno de los inventores de la chilena… Solo por Piola el Vercelli ya merecería ser un grande, sino fuera porque ya lo era antes de la llegada del delantero al primer equipo.

Como vemos Piola da para dedicarle algún capitulo a él solo, aunque la historia que hoy vamos a tratar tiene poco que ver con él, ya que incluso ocurrió antes de su nacimiento. Empecemos por el principio, en 1910 el fútbol organizado en Italia hacía más de una década que era una realidad y al contrario de otros lugares de la Europa continental, donde aún estaba en pañales, el Calcio ya tenía una liga propia. Bueno, en realidad ese año fue cuando empezó la liga en el formato todos contra todos, pero un campeonato que enfrentaba a equipos del país (los ganadores de cada región) venía desarrollándose desde 1898. Curiosamente este cambio de campeonato de eliminación a liga, sería el causante de la anécdota que vamos a contar.

Resumiendo, en 1910 tras varios años disputándose un campeonato eliminatorio los dirigentes del Calcio decidieron imitar a los ingleses y empezar a disputar una liga. Al igual que ocurrió en Inglaterra la economía dictaminó que equipos la disputarían y de nuevo fue el norte industrial el único representado. Los nueve equipos (eran diez, pero el Venecia tuvo que abandonar por problemas económicos) que disputaron la primera liga de la historia de Italia eran exclusivamente de esa región, de ciudades como Milán, Turín, Génova o Vercelli, ciudad del Piamonte. Ese año, tras 16 jornadas, el Pro Vercelli y el Inter de Milán llegaron empatados a 25 puntos al final, el gol average favorecía al Pro Vercelli y en términos modernos hubiera sido el campeón, pero entonces no se aplicaba y se debía jugar un partido de desempate por el Scudetto.



Y aquí se armó el lio. El partido fue fijado para el 24 de Abril de 1910 pero había un problema. Una parte importante de los jugadores del Pro Vercelli aún no habían cumplido los 18 años de edad y compatibilizaban su estancia en el primer equipo con otros partidos en el equipo juvenil. Y resultó que el partido coincidía con un enfrentamiento del equipo juvenil, esto puede parecer una tontería ahora, pero en 1910 no lo era y menos aún si quien organizaba el partido era el Ejército, no tenían otra opción que disputarlo. El Pro Vercelli, vista la coincidencia, pidió a la Federación Italiana el aplazamiento del partido de desempate, pero al consultar con el Inter la cuestión estos se negaron a hacerlo. ¿El motivo? El Pro Vercelli era favorito, con nueve de sus jugadores en la selección italiana, librarse de ellos sería un buen alivio para el Inter.

Y más buena noticia fue la decisión que el Pro Vercelli tomó ante la cerrazón interista. Si los jugadores debían jugar un partido con los juveniles lo harían, pero lo harían todos. En señal de protesta el Pro Vercelli se presentó en el partido de desempate con un equipo llenó de jóvenes promesas, nunca mejor dicho, el equipo formado por los niños de 11 y 12 años fue quien disputó esa final. Como era de esperar el Inter ganó el campeonato, pero el honor se lo quedó el Pro Vercelli. ¿El resultado? Un 3-10 para los de Milán, que aun así tuvieron que ver como un grupo de niños les metía tres goles. Pese a todo la historia todo lo devuelve y el Pro Vercelli, ya sin problemas de calendario, ganó los tres títulos siguientes, demostrando que podía haber ocurrido si el partido se hubiera disputado en buena lid.

martes, 27 de octubre de 2015

Mickey Mouse, la evolución de un icono del cine



Hoy llega una entrada completamente diferente, y es algo a lo que nos vamos a tener que ir acostumbrando, hoy no soy yo el que escribe el artículo, sino alguien que conozco. Es algo que me gustaría que fuera convirtiéndose en algo si no común, corriente, ya que me gustaría dar voz en esta caja de sastre a distintas personas que conozco y que deseen expresarse aquí. El primer turno es, como no, para @OlgaBallester92 y su análisis sobre Mickey Mouse.

Introducción


En este articulo se habla sobre la evolución de un personaje muy famoso llamado Mickey Mouse empezando por la fecha de su creación hasta la actualidad.  Se repasarán los cambios que sufrirá este icono a lo largo de su historia y también se mencionarán sus mayores logros.

1928


El primer Mickey Mouse sale a la luz al final de los años 20, personaje que un joven Walt Disney se vio obligado a crear tras perder los derechos de un personaje anterior, en este caso un conejo llamado Oswald. Por tanto Mickey esta basado, en parte, en él. Su debut en la gran pantalla llego de la mano del corto “Steamboat Willie”. Este primer Mickey se caracterizaba por ser mucho más delgado que los posteriores, iba descalzo y sus pantalones eran celestes en vez de rojos y además tenían botones, aunque en la pantalla no era posible apreciarlo debido a las limitaciones técnicas en cuanto al color de la época.



En estos momentos, por supuesto, Mickey Mouse era solo uno de los personajes de su creador, Walt Disney, y aun no estaba considerado el icono que es en la actualidad, rango que iria adquiriendo con el paso del tiempo debido al éxito que sus historias alcanzaron; para acabar convirtiéndose en el icono de toda una manera de hacer cine; y de la empresa que fundó su creador.

Por tanto partimos de un personaje sencillo, que simplemente viene a rellenar el hueco dejado por otro anterior, Oswald, (se parecen mucho, su gran diferencia son las orejas, puntiagudas unas, redondeadas las otras) y así lo demuestra su grafismo y su sencillez, si lo comparamos con otros Mickeys que veremos más adelante, cuando ya se haya convertido en el buque insignia de Disney.

Década de los 30


El primer cambio de Mickey Mouse a nivel gráfico viene poco tiempo después de su creación, cuando el gran éxito del corto “Steamboat Willie” se ha hecho patente y el que iba a ser un mero personaje más empieza a crecer en importancia dentro del universo de Walt Disney. Es más, podemos referirnos a la década de los 30 como la época dorada del ratón, cuando de su mano Disney empezó a convertirse en la empresa que controlaría la industria durante casi un siglo. Sin ir más lejos más de 120 cortos de Mickey Mouse fueron realizados durante esa época. No hay que olvidar que fue en 1932 cuando la Academia del Cine premio a Walt Disney con el Oscar por la creación de Mickey Mouse.



Durante todos estos cortos el aspecto de Mickey Mouse empezó a cambiar ligeramente y a adaptarse a su nuevo estatus de estrella, es en este momento cuando aparecen por primera vez los guantes blancos y las botas amarillas, lo que les dará un aspecto ligeramente más semejante al actual si lo comparamos con el que lucía durante “Steamboat Willie”.

1940, el Mickey de Fantasía


La década de los 30 había empezado con un Mickey en auge, pero su importancia se había reducido con el paso de los años debido al auge de los largometrajes frente a los cortos que el ratón solía protagonizar. En 1940 esto se había convertido en una realidad y otros personajes más manejables y que daban mucho más juego para inventar historias largas, como el Pato Donald o Goofy, ganaron en importancia y rentabilidad dentro de la compañía. Pero este decaer de Mickey fue el que posibilitó su gran salto de personaje a icono de Disney.

Y es que el cariño que Walt Disney profesaba a Mickey Mouse le hizo crear para él un gran largometraje, que lo coronaria en el firmamento del cine clásico como si se tratará de cualquier otro de los actores de carne y hueso de la Época Dorada de Hollywood. Hablamos, como no, de Fantasía. Este largometraje, el segundo que realizaba Walt Disney tras Blancanieves y los Siete Enanitos, fue creado como una película experimental y completamente muda, donde solo se escuchaba la voz de Mickey Mouse, ya que la importancia radicaba en la música que acompañaba a la película. Y es que ocho piezas de música clásica suenan durante la película acompañando las distintas acciones que va realizando el protagonista.

El Mickey Mouse de Fantasía incluye nuevos elementos y cambios respecto a sus predecesores. Es el primero que cuenta con color en la cara y las manos, pasamos de una piel color blanca a una piel color carne, que le dota de mayor personalidad, también es la primera vez en que sus ojos son algo más que puntos en la cara y podemos observar sus pupilas. El vestuario también cambia y se vuelve más elaborado, cambiando con la película, siendo su indumentaria de brujo, con una larga túnica y un gorro puntiagudo, la más recordada.


Década de los 50


Fantasía había convertido a Mickey Mouse en el icono de Disney y esto llevo a diversos cambios en el personaje. Para empezar aumentó la dificultad para crear historias alrededor suya, algo que ya había ocurrido durante la década anterior, ya que introducir al ratón en algunas historias donde realizaba algo que no era completamente correcto podía levantar ampollas entre sus seguidores más fieles. Esto transmitió el peso narrativo y de creación de películas a otros personajes, siendo ellos quienes se encargaban de protagonizar las nuevas películas del estudio. Mickey, mientras tanto, se convirtió definitivamente en un símbolo, y su aspecto se adaptó a ello.

Los años cincuenta son los años de la consolidación de la Disney en el liderazgo de la animación: se funda Buena Vista Distribution para distribuir sus películas, se crea un programa de televisión conocido como el Club de Mickey, se inaugura el primer parque temático basado en los personajes de la empresa, Disneylandia. Y toda esta consolidación viene capitaneada, como no, por Mickey Mouse, que cada vez tiene un aspecto más cercano al actual.



Para empezar el color de su piel, excesivamente saturado en Fantasía, se vuelve más natural y gana en consistencia. Otros rasgos faciales también van adquiriendo su forma final, como es la nariz, que se ensancha y redondea, dejando detrás el aspecto puntiagudo que lucía en sus inicios. Otro cambio lo encontramos en sus orejas, que dejan de ser una circunferencia perfecta para alargarse en sus extremos y además ganar profundidad gracias a un arco interior más oscuro, lo que le da más apariencia de “oreja”. También cambia la indumentaria, su ropa se vuelve más viva y colorida, representando el optimismo que reina en la empresa.

El Mickey de los 80


En los treinta años anteriores la compañía había evolucionado y cambiado con la creación de nuevos parques de atracciones, de nuevas películas, de nuevos personajes y sobre todo la muerte de Walt Disney en 1966. Pese a todos estos cambios Mickey seguía siendo muy semejante al que había sido modificado en los años cincuenta, por lo que fue necesaria una nueva caracterización para adaptarlo a los tiempos.

La necesidad de acercarse a sus principales clientes, los niños, hace que Mickey Mouse se haga más sencillo y simpático, volviendo a parecerse al de Fantasía, las orejas se redondean de nuevo, igual que la cara, que adopta un aire mucho más aniñado, con mayor relleno e incluso pequeños mofletes. En realidad todo en este Mickey es semejante a un niño, lo vemos en su aspecto rechoncho o en su ropa, que empieza a venirle excesivamente holgada. Con esto se busca lograr una mayor identificación por parte de los niños en un Mickey que ya no está aquí para contar historias, sino para representar una compañía.


Mickey actual


En 2014 hubo una nueva remodelación que fue una vuelta al Mickey más clásico, aunque contando con las evoluciones sufridas durante su vida, sobretodo la realizada durante los ochenta. Este Mickey es aún más redondeado y tiene más apariencia de infante, reforzando lo realizado en su remodelación anterior, eso sí, también se ha simplificado, siendo un dibujo mucho más sencillo y reconocible, sin estar tan recargado.

Pero lo más importante de esta última actualización ha sido todo el cambio de su apartado técnico. Colores, luces, sombras y texturas han sido mejoradas para dotar de mayor profundidad y realismo al personaje, además de rodearle de un halo de mayor importancia. No hay que olvidar que es, en el fondo, el icono de una de las mayores empresas del mundo y, es más, una marca reconocida en cualquier rincón de la tierra.


lunes, 26 de octubre de 2015

Nadie al mando


Que el Valencia de Nuno empieza a tener claros síntomas de enfermo terminal es algo que solo un ciego no vería. No es solo eso, sino que lo que iba a ocurrir ya empezaba a adivinarse allá por Agosto, cuando el equipo parecía haber perdido todas las cualidades (en realidad solo dos, solidez defensiva y balón parado) que le habían permitido sufrir un cuarto puesto sin excesivo lucimiento el año pasado. Y lo que es peor, las ganas de competir parecen haberse marchado sin que nadie sepa exactamente a donde.

Resumiendo, que por fin parece que todos se han ido sumando al carro de aquellos a quienes nos llamaban locos en Agosto y nos acusaban de querer cargarnos a Nuno por distintas cuestiones extradeportivas ya que, al parecer, no eran capaces de ver que el equipo era completamente disfuncional. A los resultados me remito, ya no es que el equipo no compita contra los grandes, sino que ni siquiera lo hace contra los pequeños. Emery era ridículo en el Bernabeu, pero le ganaba al Deportivo en casa…

Pero creo que ha llegado el momento de dejar de buscar a los responsables en el banquillo y empezar a mirar hacia arriba. Al palco, a Singapur, o a quien coño mande en este Valencia. Porque a día de hoy sigo sin tener claro el organigrama y quien tiene poder de decisión en el equipo, a parte de Mendes claro. Ese es el principal problema que le veo al cambio de rumbo que hemos visto en este verano al equipo, no hay nadie que de verdad defienda los intereses del Valencia estando aquí, nadie que decida que igual ese enésimo jugador que quiere vendernos el representante portugués no nos hace falta, pero en cambio sí que lo hace Carrasco, o que salga a hablar tras un partido y tranquilice a la afición, o que se siente con el entrenador a buscar soluciones, o que al final lo eche a la calle… Toda esa figura, que a priori debería hacer un presidente, es algo que no existe en el Valencia.

Y no sé si es porque Hoon y Ko son meras cucharas (ni pinchan ni cortan) y lo que falla es la transmisión de sensaciones a Singapur o que simplemente no ven que está ocurriendo y aunque pueden decidir no lo hacen porque no lo consideran oportuno. Sea lo que sea lo que ocurre ambos problemas tienen un culpable, y es la incapacidad de Meriton, y de Lim por tanto, de crear un organigrama claro que sustituya al que Nuno destruyó en verano con el permiso del propio Meriton y bajo el paraguas de Jorge Mendes.

En resumidas cuentas, Meriton, para empezar, debe elegir si quiere dirigir el equipo desde Valencia o teledirigirlo desde Singapur. Una vez tomada esta decisión, que debería estar tomada hace ya mucho tiempo, debe buscar una figura en Valencia que realice dos labores, de representación ante la afición, ya sea a nivel de ruedas de prensa o en los viajes con el equipo, donde muchos peñistas se han quejado de verse desamparados por el club, y por otro lado de correa de transmisión a Singapur o de toma de decisiones en Valencia, según se desee. En resumidas cuentas, Meriton necesita volver a buscar al Amadeo Salvo que echo en verano porque no pintaba nada, aunque el paso del tiempo ha demostrado que ejercía un papel vital en todo, como se puede ver.

Ojo, que también puede darse el caso de que Meriton decida no tener una figura en Valencia que pueda interceder en sus negocios mirando por los intereses del club. No es la primera vez que lo hace, ya lo vimos en verano. De ser así, de haber elegido convertir el Valencia en un juguete de Mendes para sus negocios y el crecimiento de sus activos (En el fondo Nuno es uno de ellos) pues no habrá otra que acostumbrarnos y seguir sufriendo semana tras semana con el club, ya que no habrá manera de que el entrenador portugués salga, ya que quien más perdería con la decisión sería Mendes. Eso sí, como esto se alargue que a nadie le extrañe de nuevo un despoblamiento de Mestalla, sería lógico ver desafección en parte de la afición. Sería una pena, sí, pero algo completamente lógico.

martes, 20 de octubre de 2015

Indios y vaqueros en Gent


Llevo esperando para escribir este artículo desde que salió el sorteo de la Fase de Grupos de la Champions, ya que sobre el equipo al que se enfrentará esta noche el Valencia en Mestalla hay una historia bien curiosa que creo que es importante que este en este blog tan aficionado a esas fricadas. Pero lo mejor será empezar desde el principio.

El rival de esta noche del Valencia es el Koninklijke Atletiek Associatie Gent, que vendría a ser K.A.A. Gent si no queremos morir al pronunciar ese sencillo idioma que es el neerlandés. Y esta temporada es importantísima para ellos ya que es la primera vez que se asoman a la Champions League desde su creación en 1864 tras ganar el año pasado la Liga Belga por primera vez en su historia. Por tanto, estamos hablando de un modesto que este año vive el sueño europeo por primera vez; pero no estamos aquí para hablar de fútbol, sino de otras cosas.

Vamos a hablar de su escudo, como no. El K.A.A. Gent es el único equipo europeo (y no me atrevo a decir del mundo porque los estadounidenses son muy suyos) que cuenta con un indio americano en su escudo. ¿Qué hace un indio en el escudo de un equipo belga? Esa es una buena pregunta. El origen del escudo, curiosamente, no está en el origen del equipo, sino que se cambió un tiempo después, cuando el equipo se convirtió en lo que es en la actualidad tras una fusión a principios del S. XX. Anteriormente el equipo era el Société Gymnastique la Gantoise, y su escudo era la sosez que se ve abajo.



Pero el escudo cambio poco después de la fusión y por el camino ganó un nuevo apodo De Buffalo's (creo que no se necesita traducción) también relacionado, como el escudo, con el Salvaje Oeste. ¿La culpa? La culpa hay que buscarla en alguien llamado William Frederick Cody. Seguramente dicho así no lo conocerá nadie, en cambio todos hemos oído hablar de nombre de guerra: Buffalo Bill.

William F. Cody era un hombre nacido en el Oeste Americano en 1845, en el de verdad, no en el mitológico (que el tan bien ayudo a crear), y como buen hombre de frontera se ganó la vida como pudo… Su padre, nacido en Kansas y defensor de que dicho estado debería estar libre de esclavitud (Kansas era un territorio en aquel entonces y durante la década de 1850 hubo un enfrentamiento constante entre esclavistas y antiesclavistas para conseguir que el estado se uniera a  su bando) tuvo que huir perseguido por los esclavistas, que lo apuñalaron mientras realizaba un discurso a favor de la libertad. La muerte de su padre debido a dichas heridas hizo que William Cody tuviera que sacar a su familia adelante desde bien joven y lo hizo cazando búfalos para alimentar a los trabajadores de una empresa de ferrocarril. Su habilidad con el rifle le valió el mote que usaría el resto de su vida, Buffalo Bill.

Esta habilidad con el rifle le hizo alistarse en el Ejercito Unionista durante la Guerra de Secesión, y siguió ligado al ejército tras la guerra, esta vez como explorador. Esto le puso en contacto definitivamente con el oeste, lo que le permitiría acabar formando el negocio de su vida unos años después. A finales de la década de los 80 del S. XIX Buffalo Bill puso en marcha el Buffalo Bill’s Wild West, un circo que incluía desfiles a caballo, espectáculos de doma, representaciones de atracos a diligencias, ataques indios… En sus grandes momentos llegó a tener más de 1200 empleados, con figuras reconocibles del Wild West como Calamity Jane o Toro Sentado. Todos los estereotipos del Salvaje Oeste que siguen existiendo en la actualidad tienen su base en este espectáculo. Pese a todo esto y a su fama de hombre duro William Cody fue un gran defensor de los derechos de los indios y, extrañamente para la época, de las mujeres y los bisontes, pese a su pasado como cazador.


Pero Buffalo Bill no se detuvo en Estados Unidos y a principios del S. XX llevó su circo al otro lado del charco. El espectáculo llego a Europa y en algún momento también lo hizo a Gante y en uno de los espectáculos ecuestres sonó el cantico “Buffalo, Buffalo, Wild, Wild, West”. Este cantico gustó a unos jóvenes aficionados del A.R.A. Gent que lo trasladaron a su equipo, convirtiéndolo en “Buffalo, Buffalo, A, R, A, Gent”. Con el cambio de nombre del equipo el cantico se cambiaría a “Buffalo, Buffalo, K, A, A, Gent” y finalmente en los cincuenta el indio acabó entrando en el escudo del club, como vemos en la actualidad.

lunes, 19 de octubre de 2015

La sorpresa de lo que debería ser comúm



Que en un país democrático sea noticia que dos líderes políticos se enfrenten en televisión y en prime time no debería de ser noticia; pero curiosamente lo es, porque este país es así, de pandereta. El debate de ayer entre Albert Rivera y Pablo Iglesias, los dos líderes de la llamada “Nueva Política”, en Salvados ha sido un éxito rotundo, no solo de audiencia, sino en repercusión e importancia. Esto da lugar a distintas conclusiones.

La primera, y creo que más importante, es que se vio ayer a dos políticos que tienen carisma y liderazgo; algo que no debería ser noticia pero que en España lo es. Solo hay que recordar que en las anteriores elecciones los dos grandes candidatos eran Rajoy y Rubalcaba… Lo peor de ello es que uno sigue estando en la pomada y el otro ha sido sustituido por un teleñeco, de muy buen ver, pero que a pesar de su clara mejoría desde que empezó sigue sin poder acercarse, ni siquiera de lejos, a Iglesias y Rivera.

Y esto da pie a otra reflexión. El debate de ayer fue un gran ejercicio democrático, sentarse a discutir alrededor de una mesa y poner en negro sobre blanco las propuestas de uno y otro creo que es algo muy sano. Es por ello que no puedo sino lamentar la ausencia de otros políticos en esa mesa, no solo los dos del PP y el PSOE, sino a otros como Alberto Garzón, de IU, o a Andrés Herzog, de UPyD (Vale que el partido no pinta ya un pimiento, pero como abogado Herzog está dentro de la acusación en casos como el Caso Bankia). Eso sí, solo imaginarme a Rajoy cara a cara con esos miuras me da entre risa y vergüenza, si ya sufrió en una entrevista con Alsina no me quiero ni imaginar ante otros rivales de mayor entidad. Aquello hubiera sido un Brasil-Alemania.

Lo curioso es que los partidos que no estuvieron en la mesa del bar con Jordi Évole sí  que estuvieron presentes luego, en el debate que siguió al debate y donde encontramos a los seis grandes partidos españoles (Aunque IU y UPyD estén de capa caída) discutiendo sobre lo mismo de siempre. Fue interesante verlo después ya que el contraste no pudo ser más marcado. Pasamos de un debate donde ambos presentaron ideas y propuestas propias a otro más típico, donde volaron puñales y ataques sin que nadie fuera capaz de articular un discurso como si hicieron Rivera e Iglesias, incluso sus segundas espadas quedaron en entredicho durante el segundo debate. Por cierto, que Pablo Casado sea la voz del partido del gobierno dice mucho de este país, lamentable.

No voy a entrar a discutir las propuestas de ambos, ya que creo que a nivel ideológico tienen grandes diferencias, pero sí que me gustaría destacar algo que ocurrió al final del debate, cuando obligados por Évole a responder si o no a una batería de preguntas nos encontramos con muchas similitudes; tanto fue así que incluso Iglesias bromeo con presentarse juntos a las elecciones. Y esto es lo importante, quizá la manera de hacerlo pueda cambiar, pero en el fondo hay una serie de problemas que la democracia española debe atacar y que no son cuestiones partidarias, sino de sentido común, y esto es algo en lo que ambos están de acuerdo. Puede ser una manera de hallar el consenso necesario para cambiar las cosas; aunque sea en unos puntos básicos. Ambos son una buena noticia para el país.

Quisiera terminar con un par de reflexiones dentro del campo televisivo. 5,2 millones de espectadores y un 25,2% de audiencia, doblando a Gran Hermano y dejando claro que hay esperanza para los que consideramos que solo se hace televisión de mierda en este país. Y por cierto, y ya para terminar, supongo que a los líderes de RTVE española se les caerá la cara de vergüenza luego de lo de ayer… Esto es lo que debe hacer una televisión pública, y no seguir dándole dinero a imbéciles como Bertín Osborne.

miércoles, 14 de octubre de 2015

El habito que hizo monje a un rey



Esto es un blog que escribo de todo y sobre todo, pero que está focalizado por encima del resto en la historia, o más concretamente en esas pequeñas historias que la historia nos deja y que son dignas de contar. Esto hace que el autor tenga que estar pendiente siempre de las fechas para poder recordar cosas que ocurrieron tal día como hoy. Y hoy resulta que es un día prolífico en aniversarios, por ejemplo, el 14 de Octubre de 1066 terminó la Alta Edad Media con la Batalla de Hastings, donde Guillermo el Bastardo, Duque de Normandía, pasó a ser Guillermo el Conquistador tras derrotar a Haroldo II de Inglaterra, último rey sajón. También en 1915 Bulgaria entró en la Primera Guerra Mundial o en 1964 Nikita Jruschow perdió el poder en la URSS.

Pero hoy vamos a hablar de algo que nos pilla más cerca y a la vez más lejos. La cercanía es geográfica, la lejanía es en el tiempo. Vamos de viaje a la Toledo del S. VII, más concretamente al año 680. Antes de seguir con la narración quiero dejar claro que a dia de hoy la historia sigue sin saber muy bien exactamente qué ocurrió, hay conjeturas e ideas, pero nada claro. Pese a todo yo haré lo posible por narrar lo conocido y las distintas versiones que se suponen de lo que no conocemos.

En el año 680 reinaba en Toledo Wamba, 29º nombre en aquella “Lista de los Reyes Godos” que antes se aprendía en las escuelas. Por supuesto, la lista solo tenía en cuenta a los reyes de los visigodos que habían tenido contacto con la provincia romana de Hispania, y empezaba con Ataúlfo, rey que en el año 410 puso un pie en Hispania, obviando la larga historia que ya arrastraban los visigodos, desde su época en las llanuras al norte del Mar Negro, al norte de Ucrania, pasando por todo su viaje a través del Imperio Romano hasta su extremo más occidental, la Península Ibérica.

Es decir, en aquellos momentos los visigodos llevan casi tres siglos en la península y durante este tiempo han tenido tiempo para construir una serie de instituciones. Y es que no hay que olvidar que los visigodos en Hispania siguen siendo conquistadores y son una pequeña minoría de terratenientes que gobierna sobre una mayoría de campesinos y artesanos hispanorromanos. Durante estos siglos se han asentado en el país, se han convertido al catolicismo (eran arrianos, otra rama del cristianismo) y han creado una monarquía electiva apoyada por la iglesia que a duras penas funciona como se espera.

¿Los motivos? Muy claros. Según la teoría a la muerte de un monarca se espera que la Alta Nobleza, con el apoyo de la jerarquía eclesiástica, elija entre sus miembros al que consideran mejor preparado para reinar. Esto, que sobre el papel es maravilloso, dista mucho de funcionar en la vida real debido a que no existe ningún contrapoder que limite los poderes de una nobleza a la que le encanta matarse entre ella. Esto ya era algo que preocupaba entonces a los visigodos, y vemos como en los distintos Concilios de Toledo, otra institución característica visigótica, donde los obispos del país trataban temas tanto terrenales como celestiales, se busca conseguir una transición entre reyes pacífica y honesta, pero sin éxito. Raro es el rey visigodo que no sufre revueltas, tiene que enfrentarse a otros pretendientes al trono o directamente es asesinado para que deje vacante el cargo.



Algo parecido le ocurrió a Wamba el 14 de Octubre del 680 cuando llevaba 8 años en el trono, cuando había sucedido a Recesvinto (que nombres tan bonitos los godos) y aunque reacio a tomar la corona hizo un buen trabajo y fue el último rey godo cuyo reinado es positivo. Su gran logro fue el XI Concilio de Toledo, en el año 675, donde trato de poner fin a ciertos abusos que venía practicando la Iglesia, este afán reformador de la Iglesia pondría fin a su reinado cinco años después, ya que el Metropolitano de Toledo, Julián II, fue uno de los artífices de la conjura.

El día de actos el rey Wamba empezó a encontrarse mal y finalmente cayo en coma. No se sabe si fue debido a una enfermedad o si realmente fue envenenado e inducido al coma, pero la cuestión es que fue el momento que sus rivales estaban esperando. Ya fuera porque lo habían preparado o porque simplemente aprovecharon la ocasión los conspiradores, dirigidos por Julián II, aplicaron al rey la penitencia. La penitencia era un sacramento de la época, semejante a la actual extremaunción, en el cual el penitente recibía el perdón de sus pecados y era tonsurado con un monje y vestido con sus hábitos. Este sacramento, que aseguraba la entrada al cielo, tenía su contraparte, ya que solo podía realizarse una vez en la vida porque a partir de entonces no sería posible seguir pecando, por tanto lo lógico era realizarlo en un momento cercano a la muerte.

Pero lo importante no era esto, sino que de acuerdo al VI Concilio de Toledo la penitencia incapacitaba al que la recibía para reinar. Esto, que nunca había sido un problema ya que todos los penitentes habían muerto hasta entonces, lo fue cuando el rey Wamba se recuperó de su inconsciencia esa misma noche. Hay un refrán que dice que “El hábito no hace el monje” pero en el caso del Wamba sí que lo hizo. Obligado a llevar una vida libre de pecado el rey se retiró a un monasterio, donde murió seis años después, siendo sucedido por otro aristócrata más favorable a los intereses de la iglesia, Ervigio, que fue coronado el dia siguiente en Toledo.

Como era de esperar el final del reinado de Wamba, tan extraño, llevó al reino a una serie de problemas de estabilidad contra los que Ervigio tuvo que luchar en su reinado. Y es que una parte de la aristocracia, no presente en Toledo en el momento del cambio de gobierno, estaba enfadada, no ya por el final del gobierno de Wamba sino por no haber tenido la oportunidad de sucederle. Esta inestabilidad y las distintas luchas intestinas acabaran por debilitar tanto al reino que la invasión árabe, solo 30 años después, no encontrará a nadie que realmente defienda el reino.

miércoles, 7 de octubre de 2015

El judío que no jugó para Hitler



La relación entre la política y el deporte no es algo que haya inventado el FC Barcelona o Pep Guardiola, no, ni mucho menos. Esta es una relación que viene de muy lejos y que fue dominada con maestría por las grandes dictaduras totalitarias. ¿Quién no recuerda los mundiales de Italia en 1934 y 1938 o de Argentina en 1978? Pero curiosamente a quien peor le salió lo de usar el deporte como propaganda fue a Adolf Hitler, y no solo por las Olimpiadas de Berlin y Jesse Owens, como ahora veremos. Por supuesto, hubo otros casos, pero ya los veremos en otro momento.

Esta historia empieza antes, mucho antes, y además lejos de Alemania. En 1903 nacía en Jihlava, ciudad checa dentro del Imperio Austro-Húngaro, hijo de un empobrecido herrero judío, Matthias Sindelar. Perteneciente a dos minorías dentro del Imperio, checo y judío, y a la clase obrera, poco podía indicar que el pequeño Matthias acabaría convirtiéndose en el mito en el que se convirtió. ¿Cómo fue esto posible? Gracias al fútbol.

Sindelar, debido a la necesidad que tenía su padre de buscarse la vida, se trasladó a Viena siendo muy joven y residió, como muchos otros de los recién llegados a la capital imperial, en el barrio obrero de Favoriten. Y fue en sus calles donde creció y empezó a darle patadas a un balón mientras a su alrededor el Imperio Austro-Húngaro perdía una guerra que jamás debió iniciar y se convertía en un pequeño país llamado Austria. Y fue tal su habilidad con el balón que con 15 años, una vez finalizada la guerra se uniría a la escuela del Hertha de Viena. Pero sería en el Austria Viena, al que llegó en 1924 con 21 años, donde se convirtió en leyenda.



Y no pudo hacerlo de mejor manera, bien es verdad que el Austria de Viena era el mejor equipo del país, pero con Sindelar al mando se convirtió en un vendaval imparable. Tres copas de Austria (1924, 1925 y 1926) y una Liga Austriaca (1926) y dos subcampeonatos (1924, 1925) llegarían a las vitrinas del club en aquellos años. Luego el equipo decayó y aunque aún levanto tres Copas en 1933, 1935 y 1936 el dominio no fue absoluto. Pero es que en realidad su carrera en clubes nos interesa poco, lo importante lo hizo en la selección.

Austria se había visto, tras la Primera Guerra Mundial, relevada al ostracismo. Sí, siempre se ha dicho que el trato de paz con Alemania fue duro, pero en realidad quien pago los platos rotos fue Austria. Privado de cualquier territorio que no fuera germánico, privado de su dinastía gobernante desde hacía siglos y privado de cualquier opción para recuperarse el país pasó de ser una potencia europea a un país insignificante. Y es aquí donde Sindelar ofreció su mayor servicio a su país.

Y es que en un momento donde la moral de la población estaba por los suelos la selección de fútbol de Austria se encargó de dar a sus compatriotas un motivo por los cuales sentirse orgullosos. Y es que en 1934 la selección austriaca se plantó en las semifinales del Mundial de Italia para perder frente a la anfitriona y posterior campeona en un partido “parcializado a favor de los locales”. Pero eso no fue todo, sino que en 1938 llegó el gran momento de Sindelar.

En aquel entonces las tensiones entre Austria y Alemania no habían hecho más que aumentar e incluso el partido nazi austriaco había ido tomando paulatinamente el poder en el país hasta que el 12 de marzo de 1938 se produjo el “Anschluss”, es decir, la unión de Austria con Alemania. Esto, como no, también afecto al fútbol y los futbolistas austriacos, que eran de un gran nivel, pasaron a competir bajo la bandera alemana y para celebrarlo se disputó en Viena un partido final en el que se enfrentaron ambos países el 12 de Abril de 1938.



Este partido, programado como una fiesta nazi y de hermanamiento entre ambos partidos estaba preparado para ser una victoria alemana, y es que aunque el nivel austriaco era superior nadie esperaba que los austriacos compitieran por el partido. Y así fue durante la primera parte, con Sindelar y sus compañeros jugando correctamente pero sin llegar a agujerear las redes alemanas; fallando incluso a propósito según algunas crónicas. Y con empate a cero se llegó al descanso, pero nada más salir de la caseta ocurrió algo inesperado, Austria inaugura el marcador con gol de Karl Sesta llevando la locura a las gradas del Prater de Viena. Y este fue el detonante del final de la carrera de Sindelar.

Cansado de tener que fallar para evitar herir la sensibilidad alemana Sindelar, no sin razón llamado “El Mozart del Fútbol”, decidió dejar de fallar a propósito; por lo que en la primera ocasión que tuvo no dudo en fusilar al portero alemán y subir el 2-0 al marcador. Pero si esto ya era un problema lo que ocurrió después lo acabo de condenar; Sindelar celebró el gol y en vez de levantar el brazo ante Hitler y la plana mayor nazi optó por bailar frente a ellos entre los aplausos de sus compatriotas. Acababa de firmar su sentencia de muerte.


Como es obvio jamás volvió a vestir los colores de Austria y ni siquiera de la selección alemana, que aun trató de reclutarlo para el Mundial de 1938, sin éxito. Quizá de haber aceptado su historia hubiera cambiado, pero no contento con eso siguió combatiendo al nazismo. Cuando tras la Noche de los Cristales Rotos empezó la persecución de los judíos Sindelar, que tenía ascendencia judía, no abandonó a sus amigos hebreos sino que siguió manteniendo el contacto con ellos, protegiéndoles o dándoles empleo si lo necesitaban. Esto terminó por condenarle ante los invasores de su país. El dia 23 de Enero de 1939 Sindelar y su novia, Maria Castagnola, morían en su casa debido a una intoxicación por monóxido de carbono procedente de una estufa.

O como mínimo eso decía la versión oficial, pero como es obvio habían sido asesinados por la Gestapo. Curiosamente esta versión acabó siendo un error propagandístico nazi, que parecía no tener suerte cuando de atacar a Sindelar se trataba. Una muerte por asesinato, o por suicidio, privaba al muerto de un funeral de estado. Pero un accidente no lo hacía. En su último adiós Matthias Sindelar reunió en Viena a 40.000 personas, todos compatriotas henchidos de orgullo, y no precisamente por lo que “El Mozart del Fútbol” era capaz de hacer con un balón.

A principios del S. XXI Sindelar fue elegido por los austriacos como el “Mejor deportista austriaco del S. XX”, por delante de mitos como Hermann Maier (Medallista Olímpico de Esquí) o Nicki Lauda (tres veces campeón del mundo de F1). Y es que no todo son logros deportivos…