jueves, 6 de agosto de 2015

La resistencia a los torpedos de Wykeham-Musgrave


Antes de nada me gustaría dedicar esta entrada a todos y cada uno de los que ayer me sacaron los colores diciéndome lo que les gusta el blog, así que, @Consensador, @LoboVCF@TheCharlieOne_ y @ferretyvcf, mil gracias.

Hoy, como he hecho otras veces, os voy a invitar a un pequeño viaje en el tiempo para contaros un hecho de armas prácticamente increíble. Y es que si algo tiene la guerra es que genera extrañas situaciones que acaban resultado en anécdotas que dan mucho juego a los que tenemos un blog dedicado a estas pequeñas historias como un servidor. Y si, esta historia va a ser más curiosa que la de aquel hombre que mataba nazis con un arco. ¿No me creéis? Veréis, veréis…
                                                        
En este viaje vamos a dirigirnos a un momento y lugar muy concretos de la historia. El día, el 22 de Septiembre de 1914, el lugar la costa del Mar del Norte cercana a los Países Bajos. Europa lleva, en estos momentos, un mes y tres semanas en plena Primera Guerra Mundial y aunque la ofensiva alemana ya ha sido detenida en el Marne la batalla en el mar acaba de empezar y ese día va a dar un giro decisivo, que acabará decidiendo la contienda. Un submarino alemán, el U-Boat U-9, bajo el Kapitänleutnant Otto Weddigen hundió tres buques ingleses, el HMS Aboukir, el HMS Hogue y el HMS Cressy a golpe de torpedos en menos de una hora. Esta gran victoria, la primera del arma submarina alemana en el mar, cambiaría la guerra para siempre.

El Kapitänleutnant Weddigen

Pero esta historia no trata sobre la victoria alemana o su confianza en los submarinos para ganar la guerra, lo que le acabaría costando la derrota, no. Esta historia trata sobre una de las victimas del U-9 y su capacidad para ser inmune a los torpedos. Como lo oyen. Inmunidad total. Hablo del Midshipman Wenman Wykeham-Musgrave, un oficial cadete de la Royal Navy, cargo semejante al Guardiamarina en España, y en aquellos momentos a bordo del HMS Aboukir.

Aquella mañana de Septiembre Wykeham-Musgrave, nacido el 4 de Abril (comparte fecha de nacimiento con quien les escribe) de 1899 en Barford, Reino Unido y que tenia por tanto 15 años en aquellos momentos, entró en la historia por un hecho sorprendente que les narrare a continuación. A las 06:20 de la mañana el primer torpedo del U-9 alcanzó el HMS Aboukir que empezó a hundirse. Ante el terrible final que se avecinaba el capitán del buque pidió a los hombres del HMS Hogue y el HMS Cressy, que patrullaban junto a él acercarse lo máximo posible para poder evacuar el barco.

Hundimiento del HMS Aboukir

Cuando el HMS Hogue se acercó al buque que se hundía descubrió que había sido objeto de un ataque con torpedos y ordenó al HMS Cressy buscar un periscopio mientras recogía del frió Mar del Norte a los supervivientes del buque hundido. Uno de los que lograron subir a bordo fue Wykeham-Musgrave tras acercarse nadando desde los restos de su antiguo buque. Pero justo en el momento en que alcanzaba la cubierta de su rescatador, a las 07:20 de la mañana, y aprovechando que el buque estaba parado para recoger a los supervivientes, el U-9 lanzó de nuevo dos torpedos, condenando al HMS Hogue.

Era el segundo trofeo del día para el U-9, pero no seria el último. A pesar de ello tuvo problemas para cobrarse su tercera victima ya que al verse liberado del peso de los torpedos que había lanzado salió a la superficie y fue visto por el HMS Cressy, que trató de hacer fuego contra él. Pero su efectividad combativa era baja ya que debía mantenerse estático para recoger a los supervivientes de los naufragios de sus dos buques hermanos. Uno de los supervivientes fue, de nuevo, Wykeham-Musgrave, que nadando había logrado alcanzar la salvación en el HMS Cressy. Pero nada más lejos de la realidad, el tener que mantenerse estático facilitó el trabajo del U-9, que se sumergió y  disparó dos nuevos torpedos que impactaron y condenaron al buque a las 07:55 de la mañana.

El HMS Cressy

Esta vez Wykeham-Musgrave no tenia otro buque al que huir, tras ser hundido por tercera vez en menos de una hora, pero encontró un trozo de madera a la deriva y pudo esperar hasta que los buques de pesca holandeses e ingleses, encargados del rescate de los marineros, llegaron a la zona y el oficial cadete fue repatriado a su país, donde siguió combatiendo, llegando incluso a hacerlo en la Segunda Guerra Mundial.

En ese enfrentamiento naval el U-9, él solo, con unos torpedos defectuosos como eran los alemanes del inicio de la guerra, logró enviar al fondo a tres buques de guerra ingleses llevándose por delante a más de 1400 personas. Alrededor de 600, por el contrario, fueron rescatadas, siendo una de ellas Wykeham-Musgrave. ¿La diferencia? Que él logró subir a los tres buques antes que se hundieran, es decir, naufrago tres veces en una hora, un curioso record que sigue conservando.

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