jueves, 12 de febrero de 2015

Un rayo casero



La de hoy será corta, pero extraña y bizarra, quizá la más extraña que he escrito hasta ahora. Como es de esperar en este blog vamos a viajar al pasado, a 1998, más concretamente a la República Democrática del Congo, en África.

Según Wikipedia, una fuente contrastada, un rayo es una poderosa descarga natural de electricidad estática, producida durante una tormenta eléctrica; generando un "pulso electromagnético". La descarga eléctrica precipitada del rayo es acompañada por la emisión de luz (el relámpago), causada por el paso de corriente eléctrica que ioniza las moléculas de aire, y por el sonido del trueno, desarrollado por la onda de choque. Y la probabilidad que tiene un ser humano de ser alcanzado por uno de ellos es de 1 entre 2.320.000. Esto es lo que nos dice la ciencia, obviamente, pero esta historia demuestra que no es asi.

Octubre de 1998, Kasai, República Democrática del Congo, la antigua Zaire. En medio de un clima lluvioso y tormentoso dos equipos, el Basanga, equipo local, y el Bena Tsadi, equipo visitante, se enfrentan en un partido de futbol que en aquellos momentos marcha empate a uno. Kasai en aquellos tiempos es un lugar conocido por la influencia de la brujería en sus habitantes y no era extraño que el equipo local usara los poderes paranormales para lograr mejores resultados. Quizá esto pueda explicar lo ocurrido.

En pleno partido un rayo cayó sobre el rectángulo de juego. Nada extraño cuando se juega bajo una tormenta. El impacto hizo caer al suelo a los 22 futbolistas y al trío arbitral; pero hubo once personas de las que cayeron que no se volvieron a levantar. Curiosamente los once vestían la misma camiseta. Los once eran los once futbolistas que el Bena Tsadi, equipo visitante, tenía sobre el terreno de juego y que murieron en el acto, fulminados por el rayo.

¿Por qué un rayo decidió convertirse en juez de un partido una tarde de octubre? ¿Por qué esa inclinación por destrozar al visitante? ¿Acaso fue poseído por un árbitro cualquiera de la liga española y su tendencia a favorecer al local? Seguramente si el Basanga hubiera vestido de blanco o de azulgrana esta explicación hubiera sido la acertada. Pero al no ser así obviamente la explicación fue otra, el equipo local uso la hechicería para acabar con el visitante aunque con ello tuviera que llevarse once vidas por delante.


La explicación científica, obviamente, es mucho más plausible que los hechizos. La más sencilla pasa simplemente por las botas, si el equipo visitante usó tacos metálicos el suelo mojado condujo la electricidad hacia ellos como si fueran una bombilla. Pese a todo sigue siendo algo sorprendente y que da para reflexionar.

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