miércoles, 17 de diciembre de 2014

Benítez solo hay uno


Lo comentaba ayer en Twitter pero creo que merece una reflexión un poco más larga, aunque ya advierto que esta entrada va a ser ligeramente más corta de lo habitual.

Milagros


En 2001 ocurrió un milagro en Valencia. Que te traigas a un entrenador desconocido de Tenerife en contra de la opinión del Consejo de Administración y te lleve a la mejor época de tu historia es algo muy raro. Hay que recordar como llego Benítez, entre dudas o completo desconocimiento, incluso un consejero afirmó que “El único Benítez que conozco es el torero”. Eso sí, la jugada salió genial, Subirats, encargado del fichaje, acertó de pleno y en los siguientes tres años el Valencia levantó dos ligas y una UEFA.

El problema es que lo que salió una vez bien no tiene por qué volver a salirte. Desde entonces el Valencia lleva 10 años buscando al nuevo Benítez y pagando masters de entrenador a cualquiera que medio destaca o parece una apuesta de futuro. Desde la marcha de Benítez solo Ranieri y Valverde demostraron tener cierto bagaje antes de venir aquí. El primero fue un fracaso, de acuerdo, pero el segundo llevó al equipo a jugar de una manera coherente y seria, el final no fue el mejor, pero tampoco lo fue el de Benítez.

 Novatos


Por el camino entrenadores que habían destacado en equipos pequeños, como Quique Sánchez Flores, Miroslav Djukic o Unai Emery, o entrenadores directamente novatos en el primer nivel como Pellegrino. El equipo, aunque fue logrando objetivos incluso, jamas logro estar al nivel esperado. Y es que Flores o Emery contaron con plantillas de nivel suficiente para lograr algo más de lo que lograron. Pero al final solo Koeman logró levantar un título. Si, su trayectoria no fue la mejor, pero consiguió algo que ninguno de los dos anteriores, con la misma plantilla, consiguieron.

Este año, de nuevo, se volvió a apostar por un entrenador joven, con proyección y buena pinta. Y si, las cosas no han funcionado del todo mal, pero tampoco han funcionado del todo bien. Es lo que tiene la falta de experiencia, que luego te salen partidos como el de ayer que nadie entiende. Sé que es pronto y que hay que tener paciencia con Nuno, pero también me gustaría destacar que llegado el momento estaría muy bien que dejáramos de fichar promesas para traer realidades. El equipo daría un salto de calidad seguramente.

El mejor ejemplo lo tenemos en los dos grandes de nuestro país. Uno sigue buscando a su nuevo entrenador milagro, a su nuevo Guardiola, el otro fichó a un entrenador consagrado. Los resultados están a la vista.

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