jueves, 18 de diciembre de 2014

Una victoria moral


Hoy pensaba escribir de otras cosas, pero ayer por la tarde se produjo una noticia que me ha hecho cambiar de planes. El Presidente de los Estados Unidos de América Barack Obama anunciaba el final del aislamiento cubano y reconocía que esta medida había sido un error. Es una decisión que llega tarde, tardísimo, pero que hay que aplaudir.

En los últimos días se habían ido dando pasos, como el intercambio de presos, que daban a entender que había un acercamiento, pese a todo aún no ha acabado todo y es que aunque las relaciones se han restablecido el embargo comercial por parte de los EEUU sigue existiendo, y habrá que esperar a que sea levantado para poder hablar de éxito.

El origén


La rotura de relaciones y el embargo empezaron hace 54 años, en 1960, como consecuencia de las expropiaciones que el nuevo gobierno de la isla, surgido de la Revolución Cubana, realizó sobre bienes de empresas y particulares estadounidenses. Pese a todo tras el embargo había también motivos económicos y de geopolítica derivados del conflicto de la Guerra Fría.

Los motivos económicos venían de los enormes intereses que tenía Estados Unidos en la isla. Su presencia se remontaba a finales del S. XIX cuando entro en Guerra con España para liberar Cuba del control colonial. Pero como era de esperar simplemente se cambió de potencia colonial, ya que Cuba prácticamente cayó en manos yanquis, que controlaban la producción del tabaco y el azúcar. Además su cercanía la convertía en un lugar de vacaciones para el turista medio norteamericano, lo que sembró Cuba de casinos y demás negocios de entretenimiento. La contraparte de todo esto era obvia, el gobierno estadounidense controlaba la política cubana, llegando a colocar en el poder a dictadores, como Fulgencio Batista.

La caída de este último tras la Revolución Cubana en 1959 puso a Estados Unidos sobre aviso de que las cosas podían no ir bien en su lugar de recreo. Esto se amplió cuando un año después Fidel Castro, el líder de la revolución, decretó una reforma agraria para dotar a los habitantes de la isla de tierras suficientes para su subsistencia. Esto, como era de esperar, chocó con los intereses norteamericanos, que vieron como las plantaciones que tenían en Cuba eran expropiadas por el nuevo gobierno. La respuesta estadounidense no tardó en llegar, impusieron un embargo (con excepciones) e incluso se plantearon una invasión de la isla mediante exiliados cubanos apoyados por la CIA. La invasión, llamada de Bahía de Cochinos por el lugar de desembarco, fue un fracaso y EEUU se vio retratado ante la opinión internacional.
Victoria en Bahía de Cochinos

Este embargo y este ataque introdujeron un nuevo actor en el juego. El gobierno cubano, asustado ante el poder de su vecino, decidió buscar apoyo en su mayor rival: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Para ello Fidel Castro decidió darle un giro a su revolución y calificarla como socialista. Esto hizo entrar a la geopolítica en escena. Estados Unidos no podía permitirse tener a un aliado soviético a las puertas de su casa y endureció el embargo, haciéndolo absoluto. En una economía como la cubana, que dependía de Estados Unidos (el 70% de su comercio exterior era con su vecino) los efectos del bloqueo fueron devastadores. Pese a todo la Unión Soviética y el resto de países de su órbita mantuvieron las relaciones comerciales con la isla y pudieron sostener la economía cubana hasta el derrumbe del bloque soviético en 1989. Desde entonces las cosas han empeorado en Cuba, por lo que la decisión de ayer es un balón de oxígeno, aunque el embargo aún no se haya levantado del todo.

Un error


El embargo, como decíamos al principio, jamás se debió de aplicar. Estados Unidos se equivocó en los sesenta y ha tardado años en reconocer su error. Más allá de los motivos anteriores el bloqueo ha llevado a los cubanos a tener que vivir a duras penas por encima del umbral de la pobreza simplemente porque se les negó el acceso a los productos extranjeros necesarios para su economía. En el fondo el objetivo era desestabilizar lo suficiente el país para hacer caer al gobierno y el comunismo y que Cuba volviera a abrir los brazos hacia los Estados Unidos. Esto quizá pudo haber triunfado en un principio, pero una vez llegada la ayuda soviética simplemente arrojó a la isla a los brazos de la URSS, lo que fue peor aún para los norteamericanos. Con el apoyo soviético el bloqueo dejó de tener sentido económico. Además políticamente tampoco tenía sentido. Cuba es comunista, sí, pero como China o Vietnam, y los Estados Unidos tienen relaciones comerciales con ambos.

Impuesto durante los años más duros de la Guerra Fría, debió de haberse relajado o desaparecido transcurrido el tiempo. Pero no se hizo. Y hubo motivos para hacerlo así. El primero fue el ejemplo, una cosa era Asia, otra muy distinta Latinoamérica. Estados Unidos siempre considero el continente como una extensión de su casa y reaccionó con virulencia ante cualquier amago de cambio. El mejor ejemplo es el golpe de estado en Chile que acabó con la vida de Salvador Allende. Mantener a Cuba aislada del mercado complicaba su economía y permitía afirmar que el comunismo era una opción que había que descartar. El segundo motivo, en cambio, era cuestión de política interior. El lobby cubano, la “gusanera” de Miami, los exiliados políticos que desde Florida hacían fuerza para evitar cualquier relajación. Y es que en el fondo el poder que han adquirido en el estado sureño es suficiente para que ningún presidente se atreviera a soltar la presa sobre la Cuba.

Una victoria


Para terminar. Lo ocurrido ayer es una gran victoria moral para Cuba y su revolución. Han demostrado que pese a todas las adversidades creer en la victoria final puede acabar concediéndotela. Y han demostrado que todo el poder norteamericano no es suficiente frente a un pueblo decidido a ser libre. Esperemos que el embargo se levante pronto y los cubanos puedan obtener en el mercado lo que necesitan para que su economía repunte.


Y solo un inciso, resulta curioso que junto a esta noticia lleguen otras como el desplome de la economía rusa a causa de la caída del petróleo. El Gobierno de Putin, cada vez más dependiente de las exportaciones de hidrocarburos para su sostenimiento, ha visto cómo sus antiguos rivales, los Estados Unidos, siguen siendo capaces de dominar el mercado para lograr complicarles la existencia. Y es que igual la Guerra Fría no terminó con la caída del muro.

6 comentarios:

  1. si "todo el poder norteamericano no ha sido suficiente frente a un pueblo decidido a ser libre" ¿eso quiere decir que USA -por fin- va a dejar que haya elecciones en Cuba?

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    1. Eso ya es cuestion de los Castro. Hablo de independencia, no de democracia. Cuba necesita otra serie de reformas internas de cara a democratizarse, pero eso es cuestion interna no de los americanos. Pese a todo sigo creyendo que esto es una buena noticia para los cubanos. El capitalismo, bien aplicado, promueve la democracia.

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  2. Me choca un poco que digas que la revolución cubana no fue socialista, si fue apoyada por todo el pueblo, ¿como que cambio su revolución al termino "socialista" para el apoyo de la URSS? sera metafóricamente hablando, porque en sí la revolución ya era socialista.

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  3. La Revolucion Cubana ni fue apoyada por todo el pueblo ni fue en un principio socialista. Es mas, pueden haber revoluciones liberales sin el apoyo del pueblo, en Francia se las saben de memoria. Cuba pasa a ser socialista y ha implantar reformas mas "comunistas" con el giro de la politica exterior hacia la URSS, antes, aunque tenia rasgos no era exactamente comunista.

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    1. Efectivamente porque se encontraron con un panorama desolado y necesitaban recabar apoyos, y así lo hicieron como demuestra la historia, y a día de hoy sigue siendo el gobierno de la Ravolución el que sigue en pie, cosa que muchos países no pueden decir. Mira lo que le pasó a Salvador Allende, pero al menos tuvo el coraje de morir por sus ideales.

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    2. O a Honduras... Si a EEUU lo que le mola es poner dictaduras...

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