Hoy voy a hacer algo diferente, voy a analizar la start-up Hawkers, una empresa valenciana, localizada en el polígono
industrial de Torrellano, entre Alicante y Elche, y nacida en 2013 de la mano
de cuatro amigos (Alejandro Moreno, David Moreno, Pablo Sánchez e Iñaki Soriano); formando los cuatro un
equipo con perfiles distintos, incluyendo diseño, empresa y programación. Pero
lo más importante de todo era que además de conocimientos venían con
experiencia y diversos errores tras de sí, lo que les permitió acertar con el
modelo de negocio de Hawkers.
Por
qué el primer paso para aprender es equivocarse estos cuatro valencianos lo
hicieron en 2012, cuando fundaron Saldum, una plataforma web donde los usuarios
podían poner a la venta productos de segunda mano para que otros usuarios los
compraran, en aquellos momentos algo revolucionario, ya que aunaba la
posibilidad de vender productos con el vertiente “social” que estaba naciendo.
Y es que Saldum incluía la opción de entregar un porcentaje de la venta a otra
persona si esta hacia posible la transacción. Es decir, un market place de
productos de segunda mano, pero un aspecto muy social, algo similar al ya
popular Wallapop. Pero las cosas no salieron por un único motivo: el dinero. Y
es que sin dinero es complicado ser alguien en internet, porque se necesitan
visitas, y estas se consiguen gracias a la inversión en publicidad.
Pero
no se rindieron y fueron a buscar ese dinero para invertir y lo hicieron
ofreciéndose como consultores a distintas compañías; a las cuales les
realizaban trabajos como la creación de sus e-commerce. Con esto adquirieron
experiencia y descubrieron que verdaderamente tenían talento para la venta por
internet, y decidieron aprovecharlo. Para ello optaron por buscar un producto
que tuviera una fácil salida y aprovechando sus conocimientos en la venta
online ponerlo a la venta obteniendo un beneficio. Este producto fueran las
gafas norteamericanas Knockaround.
A
partir de aquí aplicaron lo que habían aprendido, se limitaron simplemente a la
venta y a la experiencia del cliente, dejando el resto a otros, y gracias a la
inversión en publicidad en redes sociales lograron aumentar sus ventas y por
tanto sus beneficios, que reinvertían en mayor publicidad. Este éxito les
permitió pasar a otros productos, no ya como simples distribuidores, sino como
diseñadores. Controlando todo el proceso, desde el diseño hasta la venta. El
siguiente paso, fueron, por tanto, las alpargatas, conocidas como Miss
Hamptons; y al fuego del éxito de nuevo otras gafas de sol, pero esta vez
diseñadas por ellos, que han sido su gran éxito.
Las
gafas de sol Hawkers han sido una revolución. En realidad ellos simplemente se
han basado en otros diseños, que ya no están patentados, pero que se han
mostrado exitosos, han externalizado la producción y se han centrado en lo que
dominan, que es la venta online y el proceso de creación de valor mediante la
experiencia del cliente. Para ello se han basado en un diseño atractivo, con un
precio muy competitivo y que les permite ganar dinero debido a sus bajos costes
y a ello le han sumado un embalaje atractivo, que no solo repercute en el
bienestar del cliente sino que les da nuevas posibilidades de publicidad, como
veremos a continuación.
Porque
el verdadero punto fuerte de Hawkers no es el producto, sino todo lo
relacionado con la publicidad. Desde que empezaron por invertir en Facebook
Adds con las Knockaround hasta ahora la inversión no ha parado de aumentar, y
es esa reinversión de los beneficios en publicidad lo que permite que los
nuevos productos alcancen con facilidad al consumidor, multiplicando las
ventas. Para ello no solo se han centrado en anuncios a lo largo de la red,
sino que han usado rostros conocidos como Dani Alves, Paula Echevarría o Andrés
Velencoso; o incluso el propio piloto de motos Jorge Lorenzo, amigo personal de
uno de los fundadores y que formo parte de la empresa al principio.
Para ello se valieron simplemente de la persuasión, sin pagarles nada,
simplemente les regalaron las gafas y les explicaron su proyecto. A ello hay
que sumar otras medidas, más centradas en el boca a boca, como por ejemplo el
haber conseguido que muchos de sus propios consumidores les hagan publicidad gracias
a gestos tan simples como comentar a otros en redes sociales su nueva
adquisición o hacerse fotos con los productos de la compañía.
Otro
punto a favor con el que cuentan, y que es una ventaja competitiva, es la
completa “datificación” de su negocio. En un mundo tan cambiante como el de la
venta online las métricas son vitales para poder triunfar y entender el
funcionamiento de la empresa. Y es que toda las acciones que ejerce la compañía
van acompañados de medidores para poder obtener métricas y saber lo que realiza
el usuario desde que pincha un anuncio o entra en la web hasta que sale de
ella, haya adquirido un producto o no. Es esto lo que les permite modificar
rutinas, adaptando toda su manera de trabajar a lograr que esos números
aumenten, en definitiva, eliminando las barreras a la venta para así aumentar
los beneficios.