Hoy
vuelvo a escribir tras varios días lejos del teclado, y lo hago desde la ciudad
de Bremen, en Alemania, donde he venido a ver a @OlgaBallester92. Para quien no lo sepa hago un pequeño resumen, Bremen, oficialmente
Ciudad Libre Hanseática de Bremen es una ciudad-estado alemana (junto a su
puerto, que esta 60 km al norte de ella, Bremerhaven) que se encuentra en el
noroeste del país, junto al Rio Weser y relativamente cerca de los Países Bajos
y del Mar del Norte. A decir verdad me está encantando la ciudad, y otras
cercanas como Hamburgo, y ya os aviso que vais a ver varios artículos
relacionados con este viaje, siendo este el primero.
Antes
de nada he de decir que para mí este viaje está siendo muy ilustrativo, me
enamore del norte de Alemania y de la Liga Hanseática (de la que hablaremos en
otro momento) gracias al Patrician III durante mi infancia y desde entonces
Bremen, Hamburgo y Lübeck (a la que no visitaré por desgracia) han sido
ciudades marcadas en rojo para mí; por lo que este viaje esta siendo una
maravilla. Y además estoy aprendiendo muchas curiosidades e historias que
espero poder contar más pronto que tarde en el blog. Esta es la primera.
El protector de la libertad
En
el centro de la Marktplatz de Bremen, justo enfrente de su ayuntamiento y
mirando hacia la catedral se encuentra la Estatua de Rolando, un monumento de
algo más de 10 metros hecho en piedra caliza y arenisca y nombrado Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO en 2004. Es un monumento erigido en 1404 por los
ricoshombres que gobernaban la ciudad por aquel entonces y representa la
libertad de las ciudades dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, aunque ha
sido exportada por todo el mundo y no es
extraño encontrarla en otras ciudades como Riga o Dubrovnik.
Para
entender todo lo relacionado con dicha estatua y su importancia para la ciudad
hay que retroceder en el tiempo, y es que la Alta Edad Media fue un continuo
luchar de la ciudad por alcanzar su independencia del Principe-Arzobispo de
Bremen, que deseaba controlarla. Este conflicto llegó a su cenit en el S. XIV,
cuando el Alberto II de Brunswick alcanzó el arzobispado en 1360. Mas príncipe
que arzobispo Alberto II fue un hombre capaz y al llegar al poder consiguió
aumentar su base territorial sometiendo a las ciudades vecinas, incluso trato
de aprovechar los problemas internos de Bremen para doblegarla, pero no fue
posible.
En
1366 un grupo de notables de la ciudad fue expulsado de ella por el Consejo de
la Ciudad y estos pidieron ayuda al Príncipe-Arzobispo, que acudió encantado a
ofrecerla. Pero como suele ocurrir en estos casos, cuando una facción en
disputa pide ayuda al exterior en una guerra civil el recién llegado acaba haciéndose
con todo. Eso fue lo que paso el 29 de Mayo de 1366, las tropas de Alberto II
tomaron la ciudad, la saquearon y colocaron en lugar del viejo consejo uno
nuevo que le fuera fiel. No contento con ello obligo a la entrega de 20.000
marcos y quemo la vieja estatua de Rolando, símbolo de la libertad de la
ciudad, y que por aquel entonces era de madera.
Poco
tiempo después la estrella de Alberto II terminó y en 1380 la ciudad no solo
recupero su independencia, sino que aumento su territorio a costa del
arzobispado, sumando diversos castillos a su poder. Esto permitió a la ciudad recuperar su prosperidad
gracias al comercio con la Liga Hanseática; lo que hizo que en 1404 la estatua
de Rolando fuera reconstruida, pero esta vez de piedra, ocupando su lugar
frente a la Catedral para defender la ciudad de los ataques de la Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario