Que el Valencia de Nuno
empieza a tener claros síntomas de enfermo terminal es algo que solo un ciego
no vería. No es solo eso, sino que lo que iba a ocurrir ya empezaba a adivinarse
allá por Agosto, cuando el equipo parecía haber perdido todas las cualidades
(en realidad solo dos, solidez defensiva y balón parado) que le habían permitido
sufrir un cuarto puesto sin excesivo lucimiento el año pasado. Y lo que es
peor, las ganas de competir parecen haberse marchado sin que nadie sepa exactamente
a donde.
Resumiendo, que por fin parece
que todos se han ido sumando al carro de aquellos a quienes nos llamaban locos
en Agosto y nos acusaban de querer cargarnos a Nuno por distintas cuestiones
extradeportivas ya que, al parecer, no eran capaces de ver que el equipo era
completamente disfuncional. A los resultados me remito, ya no es que el equipo
no compita contra los grandes, sino que ni siquiera lo hace contra los
pequeños. Emery era ridículo en el Bernabeu, pero le ganaba al Deportivo en
casa…
Pero creo que ha llegado el
momento de dejar de buscar a los responsables en el banquillo y empezar a mirar
hacia arriba. Al palco, a Singapur, o a quien coño mande en este Valencia.
Porque a día de hoy sigo sin tener claro el organigrama y quien tiene poder de decisión
en el equipo, a parte de Mendes claro. Ese es el principal problema que le veo
al cambio de rumbo que hemos visto en este verano al equipo, no hay nadie que
de verdad defienda los intereses del Valencia estando aquí, nadie que decida
que igual ese enésimo jugador que quiere vendernos el representante portugués
no nos hace falta, pero en cambio sí que lo hace Carrasco, o que salga a hablar
tras un partido y tranquilice a la afición, o que se siente con el entrenador a
buscar soluciones, o que al final lo eche a la calle… Toda esa figura, que a
priori debería hacer un presidente, es algo que no existe en el Valencia.
Y no sé si es porque Hoon y Ko
son meras cucharas (ni pinchan ni cortan) y lo que falla es la transmisión de
sensaciones a Singapur o que simplemente no ven que está ocurriendo y aunque
pueden decidir no lo hacen porque no lo consideran oportuno. Sea lo que sea lo
que ocurre ambos problemas tienen un culpable, y es la incapacidad de Meriton,
y de Lim por tanto, de crear un organigrama claro que sustituya al que Nuno
destruyó en verano con el permiso del propio Meriton y bajo el paraguas de
Jorge Mendes.
En resumidas cuentas, Meriton,
para empezar, debe elegir si quiere dirigir el equipo desde Valencia o
teledirigirlo desde Singapur. Una vez tomada esta decisión, que debería estar
tomada hace ya mucho tiempo, debe buscar una figura en Valencia que realice dos
labores, de representación ante la afición, ya sea a nivel de ruedas de prensa
o en los viajes con el equipo, donde muchos peñistas se han quejado de verse
desamparados por el club, y por otro lado de correa de transmisión a Singapur o
de toma de decisiones en Valencia, según se desee. En resumidas cuentas, Meriton
necesita volver a buscar al Amadeo Salvo que echo en verano porque no pintaba
nada, aunque el paso del tiempo ha demostrado que ejercía un papel vital en
todo, como se puede ver.
Ojo, que también puede darse
el caso de que Meriton decida no tener una figura en Valencia que pueda
interceder en sus negocios mirando por los intereses del club. No es la primera
vez que lo hace, ya lo vimos en verano. De ser así, de haber elegido convertir
el Valencia en un juguete de Mendes para sus negocios y el crecimiento de sus
activos (En el fondo Nuno es uno de ellos) pues no habrá otra que
acostumbrarnos y seguir sufriendo semana tras semana con el club, ya que no habrá
manera de que el entrenador portugués salga, ya que quien más perdería con la decisión
sería Mendes. Eso sí, como esto se alargue que a nadie le extrañe de nuevo un
despoblamiento de Mestalla, sería lógico ver desafección en parte de la
afición. Sería una pena, sí, pero algo completamente lógico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario