François-Marie Arouet, más
conocido como Voltaire, fue un filósofo, historiador y abogado francés que
vivió durante el llamado Siglo de las Luces, el S. XVIII, siendo una de las
figuras más importantes de la llamada Ilustración. Es decir, el renacer de la
creencia en la razón como la solución a todos los problemas de la humanidad. Su
objetivo era perseguir la ignorancia, la superstición y la tiranía para
conseguir un mundo mejor. Suya es una frase que me gustaría hacer mía: “El
ateísmo es el vicio de unas pocas personas inteligentes”. Es algo en lo que
pensé nada más enterarme del atentado de París y forma parte de una reflexión
más general, que hare a continuación. Creo que la religión es algo pernicioso
para el hombre, es algo que he dicho en más de una ocasión, pero eso no me hace
creer que todos los musulmanes sean culpables de la amenaza yihadista en la que
vivimos. La religión es un problema porque atenta contra la razón y es un
bastión de la ignorancia y la superstición, que acaba en tiranía derivando en tiranía,
o en mentes manejables que hacen barbaridades como las del pasado viernes.
He llamado a mi entrada de hoy
“Me duele Europa” y he empezado mencionando a Voltaire porque considero que son
dos conceptos que deberían ir unidos. La Ilustración empezó una época en la
cual Europa se fue convirtiendo, poco a poco, con las tensiones propias de la
transformación, Revoluciones, Guerras Napoleónicas, Guerras Mundiales… A lo que
es en la actualidad, o como mínimo a lo que era hasta hace unos años, un
bastión de la razón frente a la barbarie y la ignorancia. Y ojo, no quiero que
suene etnocéntrico, simplemente me refiero a que como proyecto común Europa ofrecía
una serie de valores que emergían directamente de Voltaire y de otros filósofos
de la Ilustración a los cuales se les había ido dando forma con el paso del
tiempo y con colaboraciones de otros como Marx o Nietzsche.
Esa herencia común que
compartimos los europeos viene de lejos y es la que nos ha permitido crear una
serie de valores de los cuales sentirnos orgullosos. Herederos de la Revolución
Francesa, de Robespierre, de Danton, de Lafayette y de tantos otros… En
resumen. Herederos de esas tres ideas sobre las cuales se basa la democracia
moderna: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Y esas ideas las que fueron atacadas
en París el pasado viernes, en un acto de tremendo simbolismo si lo vemos de
este modo.
Pero el problema es que el
ataque hacia esos valores europeos no ha venido necesariamente de fuera. Que no
se me malinterprete aquí, quienes dispararon el gatillo obviamente atacaron el
sistema desde fuera, pero el ataque no se detuvo ahí. Si, los terroristas eran
yihadistas y estaban dirigidos por alguna de la multitud de facciones
islamistas que combaten en Siria e Iraq y que los medios de comunicación llaman
“Estado Islámico”; pero el ataque a los valores europeos no se detuvo con el último
de los disparos en París.
Esta noche, aviones de la República
Francesa han vuelto a atacar esos ideales mientras soltaban su carga mortífera sobre
la ciudad siria de Al Raqqa, en el centro del país, y hogar según el último censo
de más de 220 mil personas; numero seguramente inferior debido a la Guerra
Civil que azota el país desde hace más de cuatro años. ¿El objetivo? El “Cuartel
General del Estado Islámico”. ¿Los civiles? Son sirios… En fin. De nuevo otro
ataque a esos valores de los que hablábamos, y por desgracia esta vez desde
dentro de Europa.
Si, se ha de hacer algo contra
el yihadismo, estoy de acuerdo, pero dudo que ese algo sea seguir bombardeando “posiciones”
de una organización terrorista que se basa en tácticas de guerrillas para
combatir. Seamos sinceros, el Estado Islámico, aunque algunos quieran
convencernos de lo contrario, no es un país, y bombardear una ciudad no servirá
de nada, la evacuaran y cambiaran de zona. Parece mentira que occidente no
aprendiera esto tras la derrota en Vietnam, no se puede ganar una guerra no
convencional con tácticas convencionales, el bombardeo aéreo no es una opción.
¿Es por tanto la solución una invasión terrestre? Tampoco lo creo, Rusia está
aplicando tácticas similares y no parece que se puedan detener los atentados,
aunque por supuesto han recuperado gran parte del territorio sirio, ya es algo
más de lo que ha logrado occidente con sus bombardeos en dos años.
La Guerra no es la solución,
la solución hay que buscarla en otras partes. Al terrorismo no se le vence por
las armas, se le vence con inteligencia y asfixiándolo. Se le vence negándoles suministros,
se le vence haciendo que Turquía, aliado de Europa, deje de armar y entrenar
yihadistas para combatir a sus propios habitantes kurdos. Se le vence haciendo
que Arabia Saudí, otro aliado de Europa, deje de venderles armamento para poder
seguir desestabilizando a Irán y Siria, sus dos grandes rivales de la región.
Pero sobre todo se le vence dejando de utilizar y reforzar los propios
terroristas para hacerse con el control de la región, algo que occidente lleva
haciendo desde la Guerra de Afganistán contra la URSS en los 80.
Final de Rambo III, pelicula dedicada a los combatientes yihadistas aliados de EEUU en Afganistán |
Pero sobre todo se le vence
dejando atrás de una vez los intereses coloniales, se le vence dejando de
desestabilizar países solidos como Libia y Siria porque no venden petróleo barato.
Se le vence dejando usar cualquier arma para hacernos con el poder y seguir
controlando otros países porque consideramos que son inferiores. Y sobre todo
se le vence dejando de crear guerras para seguir haciendo negocio con el
armamento. ¿Un ejemplo? El Ministro de Defensa español, Pedro Morenés, es un
directivo de la Industria Armamentística, responsable incluso de fabricar
bombas de racimo, prohibidas por organismos internacionales. ¿Sospechoso? Pues es
solo España, imaginad esto aumentado al nivel de lobby en Estados Unidos.
Y es que los valores europeos
no son atacados por terroristas, sino que por desgracia son atacados por
nuestros propios líderes, que día si día también nos exponen al terror por sus
ansias de poder o de beneficios. Son esos intereses de las elites los que meten
a Europa en guerras donde tiene poco que ganar y los convierte en objetivos de
grupos terroristas. Y es que al final quien acaba pagando siempre es el pueblo,
tanto en Europa como en Siria, o el Libano, o Iraq… Y es que la cuestión es que
el enemigo no es de raza, sino de clase, y cuando antes lo veamos antes
evitaremos nuevas tragedias. Como decía, me duele Europa, pero no por ataques
desde fuera, sino por ataques de los propios europeos.
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