Antes de nada me gustaría
dedicar esta entrada a todos y cada uno de los que ayer me sacaron los colores diciéndome
lo que les gusta el blog, así que, @Consensador,
@LoboVCF, @TheCharlieOne_ y @ferretyvcf, mil gracias.
En este viaje vamos a
dirigirnos a un momento y lugar muy concretos de la historia. El día, el 22 de
Septiembre de 1914, el lugar la costa del Mar del Norte cercana a los Países
Bajos. Europa lleva, en estos momentos, un mes y tres semanas en plena Primera
Guerra Mundial y aunque la ofensiva alemana ya ha sido detenida en el Marne la
batalla en el mar acaba de empezar y ese día va a dar un giro decisivo, que
acabará decidiendo la contienda. Un submarino alemán, el U-Boat U-9, bajo el
Kapitänleutnant Otto Weddigen hundió tres buques ingleses, el HMS Aboukir, el
HMS Hogue y el HMS Cressy a golpe de torpedos en menos de una hora. Esta gran
victoria, la primera del arma submarina alemana en el mar, cambiaría la guerra
para siempre.
El Kapitänleutnant Weddigen |
Pero esta historia no trata sobre la victoria alemana o su confianza en los submarinos para ganar la guerra, lo que le acabaría costando la derrota, no. Esta historia trata sobre una de las victimas del U-9 y su capacidad para ser inmune a los torpedos. Como lo oyen. Inmunidad total. Hablo del Midshipman Wenman Wykeham-Musgrave, un oficial cadete de la Royal Navy, cargo semejante al Guardiamarina en España, y en aquellos momentos a bordo del HMS Aboukir.
Aquella mañana de Septiembre
Wykeham-Musgrave, nacido el 4 de Abril (comparte fecha de nacimiento con quien
les escribe) de 1899 en Barford, Reino Unido y que tenia por tanto 15 años en
aquellos momentos, entró en la historia por un hecho sorprendente que les
narrare a continuación. A las 06:20 de la mañana el primer torpedo del U-9 alcanzó el HMS Aboukir que empezó a hundirse. Ante el
terrible final que se avecinaba el capitán del buque pidió a los hombres del
HMS Hogue y el HMS Cressy, que patrullaban junto a él acercarse lo máximo posible para poder evacuar el
barco.
Hundimiento del HMS Aboukir |
Cuando el HMS Hogue se acercó al
buque que se hundía descubrió que había sido objeto de un ataque con torpedos y
ordenó al HMS Cressy buscar un periscopio mientras recogía del frió Mar del
Norte a los supervivientes del buque hundido. Uno de los que lograron subir a
bordo fue Wykeham-Musgrave tras acercarse nadando desde los restos de su
antiguo buque. Pero justo en el momento en que alcanzaba la cubierta de su
rescatador, a las 07:20 de la mañana, y aprovechando que el buque estaba parado
para recoger a los supervivientes, el U-9 lanzó de nuevo dos torpedos,
condenando al HMS Hogue.
Era el segundo trofeo del día
para el U-9, pero no seria el último. A pesar de ello tuvo problemas para
cobrarse su tercera victima ya que al verse liberado del peso de los torpedos
que había lanzado salió a la superficie y fue visto por el HMS Cressy, que
trató de hacer fuego contra él. Pero su efectividad combativa era baja ya que
debía mantenerse estático para recoger a los supervivientes de los naufragios
de sus dos buques hermanos. Uno de los supervivientes fue, de nuevo,
Wykeham-Musgrave, que nadando había logrado alcanzar la salvación en el HMS
Cressy. Pero nada más lejos de la realidad, el tener que mantenerse estático
facilitó el trabajo del U-9, que se sumergió y
disparó dos nuevos torpedos que impactaron y condenaron al buque a las
07:55 de la mañana.
El HMS Cressy |
Esta vez Wykeham-Musgrave no tenia otro buque al que huir, tras ser hundido por tercera vez en menos de una hora, pero encontró un trozo de madera a la deriva y pudo esperar hasta que los buques de pesca holandeses e ingleses, encargados del rescate de los marineros, llegaron a la zona y el oficial cadete fue repatriado a su país, donde siguió combatiendo, llegando incluso a hacerlo en la Segunda Guerra Mundial.
En ese enfrentamiento naval el
U-9, él solo, con unos torpedos defectuosos como eran los alemanes del inicio
de la guerra, logró enviar al fondo a tres buques de guerra ingleses llevándose
por delante a más de 1400 personas. Alrededor de 600, por el contrario, fueron
rescatadas, siendo una de ellas Wykeham-Musgrave. ¿La diferencia? Que él logró
subir a los tres buques antes que se hundieran, es decir, naufrago tres veces
en una hora, un curioso record que sigue conservando.
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