Después de un tiempo alejado
del blog vuelvo para dejaros una historia que conocí hace poco gracias a una recomendación
que me dio un buen amigo. Voy a contaros la historia de un hombre que combatió la
Segunda Guerra Mundial, fue editor de un periódico, actuó en algunas películas y
no contento con ello incluso represento a Inglaterra en el Campeonato del Mundo
de Tiro con Arco de 1939. Hablo del Teniente Coronel John Malcolm Churchill,
del ejército británico, más conocido como “Loco Jack”.
Arcos y cine
Nacido en 1906 en Sry Lanka,
entonces colonia británica, se mudó siendo joven al Reino Unido y antes de la
Segunda Guerra Mundial regresó a Asia, pero ahora para servir en el ejército británico
en distintas guerras coloniales. Eso sí, no todo fue guerra en su vida, su
pericia con el arco (que demostraría más tarde) le permitió actuar en distintas
películas como el “Ladrón de Bagdad” o “Un Yanqui en Oxford”, incluso llegó a
participar en un Campeonato del Mundo poco antes de la Segunda Guerra Mundial.
Eso sí, su ansia de adrenalina
seguía existiendo y pese a haberse licenciado del ejército en 1936 y haber
trabajado como editor de un periódico, tan pronto como la Alemania Nazi invadió
Polonia volvió a alistarse para combatir en la “British Expeditionary Force”
(BEF), el cuerpo de voluntarios que el Reino Unido envió a combatir a suelo francés
a principio de la guerra. Y en territorio francés se produjo la mayor anécdota de
su curiosa vida.
La Primera Guerra Mundial, dos
décadas antes, ya había demostrado que la guerra había cambiado y que las tácticas
decimonónicas, como las cargas de la infantería o el uso de la caballería, habían
quedado obsoletas. Y es que ir corriendo hacia una ametralladora dista mucho de
ser algo inteligente. Pese a ello aun hubo personas que seguían viendo en estas
tácticas cierto valor y romanticismo, y uno de ellos es nuestro protagonista.
Otros por ejemplo serían los polacos, que en plena invasión de su país usaron hábilmente
sus Lanceros Ulanos para causar problemas a los alemanes; aunque tuvieron que
sucumbir, tras combatir bravamente, frente a los carros de combate.
La Segunda Guerra Mundial
Bueno, de vuelta a “Loco Jack”,
nos lo encontramos en 1940 tratando de detener la invasión alemana de Francia
junto al BEF. Pero la maquinaria nazi era imparable y ni el ejército francés ni
sus aliados británicos pudieron hacer nada por detenerlo; siendo obligados a
retirarse hacia el mar esperando ser evacuados. En esa retirada la compañía en
la que combatía Churchill se encontró con los alemanes en el pueblo de L'Épinette;
ellos esperaban atrincherados en un torre y cuando vieron aparecer a los
alemanes este disparó su arco largo para matar al sargento alemán desde una
distancia de 30 metros. De nuevo un británico con un arco se lucia en suelo
francés, como en la Guerra de los Cien Años, pero ahora ayudaba a los
franceses.
"Loco Jack" primero por la derecha, se ve su espada |
Esta anacrónica demostración
no fue la única que protagonizo Churchill durante la guerra, obviamente. En el
Desembarco Aliado en Noruega para proteger dicho país de la invasión nazi (otro
fracaso, como todo lo que hizo Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial
hasta la llegada de los estadounidenses) se le vio cargando junto a sus
compañeros mientras tocaba con su gaita la canción bélica “March of the Cameron
Men”. Pero su mayor hazaña se produjo en Salerno, tras desembarcar en Italia en
1943. Liderando un comando capturó a 42 alemanes cargando contra ellos espada
en mano tras verse sin munición. Si señores, espada en mano. Según él: “En mi
opinión, un oficial que entra en batalla sin una espada no está apropiadamente
vestido.”
Finalmente en Yugoslavia, en
1944, mientras combatía junto a los partisanos de Tito contra la ocupación nazi,
fue capturado tras haber sido todos sus compañeros heridos o muertos. Cuando llegaron
los alemanes lo encontraron tocando “Will Ye No Come Back Again” con su gaita para sus compañeros heridos. Fue
enviado a un campo de concentración y como era de esperar aún tuvo tiempo de planear
una fuga junto a otros hombres, pero fue capturado por un comando de la SS.
Pese a todo un oficial alemán logró salvarles la vida y al final de la guerra
fueron liberados. Eso sí, Churchill no se dedicó a descansar, sino que rápidamente
embarco hacia el frente del pacifico, pero cuando llegó Estados Unidos ya había
lanzado las bombas atómicas contra Japón y la guerra había terminado. Hecho que
lamentó nuestro protagonista “Si no hubiese sido por esos malditos yankis,
podríamos haber seguido combatiendo otros diez años más”,
Por supuesto, el final de la
Guerra no impidió a “Loco Jack” seguir viviendo aventuras. Recorrió en moto
Birmania y la India, protegió un convoy medico israelí de un ataque árabe,
salvando a más de 500 personas e incluso volvió a actuar en el cine, en la película
Ivanhoe en 1952.
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