Siempre se ha dicho que la afición
del Valencia es bipolar y tiene poca memoria. Que endiosa a jugadores y equipos
a los que defenestró hace unos meses y viceversa. También se dice que es
exigente, quizá en exceso, pero que sabe premiar a quienes lo merecen. Incluso
si se pregunta en Madrid a algunos “valencianologos”, palabra que le robo a mi
amigo @ARIAS4EVER , una banda de locos que va a
Mestalla cada 15 días a pitar a su equipo porque les pone.
Por suerte esto no es más que
una visión, quizá tremendista, pero es imposible negar que la afición valencianista,
al igual que gran parte de las del país, gusta de vivir en una montaña rusa
continua de emociones, pasando del pesimismo exacerbado a la ilusión completa
con menos de un mes de diferencia. La tan manida frase de “Nos gusta quemar la
falla” suele aparecer tan pronto como el equipo che encadena dos malos
resultados; y al contrario, todos esperamos ganar la Sección Especial cuando
encadenamos tres resultados buenos.
Y claro, tras encadenar 6
victorias en los últimos siete partidos el valencianismo esta desatado. Hay ilusión
y se nota, la gente tiene ganas de ver jugar al equipo (que luce poco pero
sigue ganando) y con el objetivo básico prácticamente asegurado, ya que salvo
debacle Unai Emery ni harto de vino nos remonta 7 puntos, no nos queda otra que
soñar. Por supuesto, siempre queda gente que sigue mirando a Sevilla asustado,
pero bueno, también deben haber cenizos y agoreros.
Desde que Piatti, cuya recuperación
da para que la investigue Iker Jiménez, finiquitara a la Real Sociedad el
domingo y el resto de resultados de la jornada nos acompañaran no paro de
escuchar y leer opiniones de todos los colores. Desde los que ven la tercera
plaza ya conseguida hasta los que incluso hablan de ganar la liga sin despeinarse
en exceso, como si Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid fueran rivales
sencillos. Sinceramente, estoy de acuerdo con la ilusión, pero creo que
ponernos metas tan altas es equivocarse.
Y no porque sea un cenizo,
sino porque cada vez que osamos sacar pecho y venirnos arriba viene alguien y
nos lo parte, y eso a una semana de ir a jugarte la tercera plaza al Vicente Calderón
no deja de ser un problema. Porque pensar en que ocurrirá en la jornada 38 a día
de hoy es un error que solo puede acarrear problemas a un equipo joven que puede
no estar preparado para la presión. Porque si, el Valencia es un grande y debe
pelar por todo, pero su plantilla actual, aunque talentosa, es inexperta en
estas lides de pelear, a cara de perro, con tres equipos que mal que bien
llevan batiéndose el cobre casi 4 años.
Por supuesto que hay que
aspirar al máximo, no quiero que se me malinterprete, pero se debe aspirar al máximo
sin mirar a lo lejos. Lo importante en estos momentos para el Valencia es
centrarse en seguir sumando y ya veremos, cuando falten 4 partidos, donde
estamos y a donde podemos llegar. Y no, no voy a nombrar el “partido a partido”
de Simeone, ya que considero al argentino simplemente el sucesor de un
verdadero grande, de la única persona capaz de hacer que la Selección Española
ganará algo, una pena que luego el Marques del Nabo lo estropeara todo. Don
Luis Aragonés decía de que el objetivo era: “Y ganar y ganar y ganar... y
volver a ganar, y ganar y ganar... Eso es el fútbol”. Y en esto debe centrarse
el Valencia, en seguir sumando de tres en tres y lo demás ya vendrá.
Nos queda un final de liga
apasionante. Con un equipo capaz de pelear todos los partidos y además sin
molestias entre semana, por lo que puede centrarse en la competición liguera y
hacer que volvamos a soñar. Pero sin venirnos arriba y sin caer en
triunfalismos, poco a poco, con paciencia, sacando los partidos. Si se gana el
problema lo tendrá el resto. Porque al final el objetivo, sea el que sea, se
cimenta ganando el siguiente partido.
Muy bueno :)
ResponderEliminarGracias por pasarte. Me alegro de que te guste :D
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