Si hay algo que ha sacudido al
Calcio este verano ha sido el ascenso a la Serie A, la elite del sistema de
ligas transalpino, de un modesto entre los modestos, el Carpi F.C. 1909. Y es
que este año la liga italiana se ha sumado a la moda ya iniciada por otros
campeonatos, como el inglés con el Bournemouth o el español con el Éibar, de
acoger a un modesto, pero a un modesto de verdad, en su seno.
La pequeña ciudad de Carpi de
poco más de 60.000 habitantes y situada en la Emilia-Romaña verá este año
pasear por su vetusto y coqueto Sandro Cabassi a clubes de la importancia de la
Juventus, el Milán o el Inter en una temporada para soñar y quién sabe si algo
más. Aunque sobre el papel sus 100.000€ para fichajes y sus 2,5M€ en sueldos
dejan poco espacio para la sorpresa, aunque tampoco nadie esperaba que el año
pasado ascendiera desde la Serie B, por encima de históricos del Calcio como el
AS Bari, el Livorno o el Catania, que seguirán compitiendo en el segundo
escalón un año más.
Y es que la base de este
ascenso hay que encontrarla en el banquillo, en Fabrizio Castori, un entrenador
que a sus 61 años va a debutar en la máxima división italiana tras haber
recorrido, en sus más de treinta años de carrera, todos los escalones de la pirámide
del fútbol italiano. Por tanto este ascenso es un gran premio para un
entrenador que ha hecho de sus habilidades y su carácter la base de un Carpi
que ha sorprendido a propios y a extraños desde su llegada al equipo en 2014,
logrando el ascenso como campeón a la Serie A.
Castori es una “Back to basics”
dentro de un fútbol que parece haber perdido el norte, lejos quedan ya los días
de dominio europeo de principios de siglo y aquella final italiana entre
Juventus y Milán en 2003. Con ideas tan sencillas y típicas como el orden
defensivo y una buena salida a la contra su Carpi, sin excesivas florituras, se
ha convertido en un equipo complicado de ganar y seguro que a más de un equipo
de la Serie A le costará horrores sumar puntos en el Sandro Cabassi, su 22% de
posesión media pese a ser el mejor equipo de la Serie B.
El problema que hay con el
ascenso del Carpi es que parece que la llegada de un equipo tan modesto y con
una idea de fútbol tan conservadora ha molestado a más de uno, como al
presidente de la Lazio, Claudio Lotito, que dijo que si el Carpi ascendiera la
Serie A sería una mierda. Así de claro, sin cortapisas. El problema, según
Lotito, es que el ascenso de equipos modestos a la primera división reducirá el
interés de las televisiones por el producto futbolístico y por tanto los
ingresos derivados de dicho interés.
¿Ha preocupado esto al Carpi?
Pues no demasiado… A esta banda de locos poco les importan las críticas, como
bien opina Castori: “¿Fútbol
espectáculo? ¿Qué es eso del fútbol espectáculo? Para mí el espectáculo es
velocidad y marcar rápido. Mi idea de fútbol cambia en función de los jugadores
que tengo, el entrenador es como un sastre que tiene que coser un traje con las
telas que tiene. Eso hago. Mi equipo juega un fútbol adecuado a las
características de los futbolistas. Hay mucha palabrería... Pero lo que cuenta
son los resultados y ganar.”
Y esos resultados por ahora no están siendo malos, con 3
puntos tras dos partidos no se puede decir que el Carpi esté sufriendo en
exceso en su llegada a la Serie A, donde ha ganado al Genoa de visitante 0-2
para luego perder frente al Nápoles por solo un 2-1 también como visitante.
Falta mucho hasta el final, por supuesto, pero para un romántico como yo la
permanencia del Carpi en la Serie A sería una gran noticia, por mucho que
moleste.
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