No tenía pensado escribir
sobre el fenómeno ultra pero creo que al final es justo que lo haga. Siempre he
estado en contra de estos fenómenos y creo que no es una sorpresa que lo diga,
entiendo el futbol como un lugar donde ir a pasárselo bien y animar, y todo lo demás
sobra.
Curva Nord
Me gusta la Curva Nord. Creo
que Mestalla lo necesitaba y ha sido un cambio espectacular en el campo. Me
gusta que haya gente que anime, que se desplace con el club, que este siempre
con el equipo y lo de todo. Creo que es algo que debemos de agradecer a todos y
cada uno de los componentes de esta formación. Pero eso no quita que su
comportamiento desde el asesinato del aficionado coruñés por parte del Frente Atlético
no haya sido el más adecuado.
Entiendo el mosqueo del
miembro medio de la Curva cuando desde todos lados se les acusa, generalizando,
de delitos que ellos no han cometido. Pese a todo hay que tener en cuenta que
la violencia en el futbol es real y es algo que hay que tratar de erradicar. Y
para ello hay que tomar medidas para alejar a los violentos de los terrenos de
juego.
La solución, para mí, es fácil,
en todos lados se sabe perfectamente quienes son los más radicalizados y
violentos en las gradas. Estando el problema claro y el culpable localizado la expulsión
de las gradas de los violentos es la mejor y única opción. Corte de cirujano y
a otra cosa. Por eso considero que la decisión del Valencia de pedir a la CN10
que se separe de Ultra Yomus es la decisión correcta, aunque quizá sea
complicada en su ejecución. Pese a ello creo que es la única manera de evitar
males mayores y no lamentar ninguna desgracia.
No solo eso. Un movimiento
claro en contra de la violencia evitaría
al Valencia situaciones incomodas como que desde Madrid se nos acusará de
apoyarlos, algo que al final acabará ocurriendo, porque seamos realistas, no
hay nada que guste más a la prensa nacional que regodearse de nuestras
miserias. Por eso he de alabar la decisión de la directiva en esa dirección.
Lo que no entiendo es la decisión
de la Curva Nord de liarse la manta en la cabeza y empezar un duelo con el club
en el que poco tiene que ganar. Al final, quien tiene la sartén por el mango es
la directiva y la única opción real de ganar en este pulso seria que la afición
se posicionará claramente con la CN10, algo que no está pasando. Más allá de ideologías
hay un sector cada vez más importante de la afición valencianista que se ha
posicionado en contra de dicha formación. Los motivos, como en todo, variados,
desde la no participación en la defensa del club durante la venta hasta el
considerarse únicos portavoces y garantes de una afición que es mucho más
grande que ellos. El episodio de ayer, bloqueando a todos y cada uno de los que
les han criticado en Twitter es otro ejemplo de cómo seguir perdiendo apoyos.
La decisión de no animar es
otra piedra en el camino. No voy a entrar a valorar si hubo apoyo o no de
Mestalla a esta decisión. Ya que por lo que veo es una opción discutida. Pero sí
que diré que es un error estratégico enorme. Cuando el equipo más lo
necesitaba, tras una mala racha de resultados, esos que se enorgullecen de
estar siempre cuando son necesarios decidieron seguir mirándose al ombligo y
dejar al equipo de lado en busca de la defensa de unos privilegios que
consideran tener y que están perdiendo frente a una directiva que, por fin, no
se vende a los ultras.
El Valencia necesita a todos
en su barco. Unión. Junts Tornem. No necesita que un sector de su afición,
importante en cuanto a implicación, se embarque en una cruzada contra el club
en defensa de unos privilegios y prebendas que ha perdido. Porque seamos realistas.
Esto no es un conflicto de semanas ni por cuestiones triviales. Esto es una
lucha de poder y ya viene de lejos.
Desterrar a los violentos de los estadios, eso es lo primero que tendrían que hacer. Y luego vigilarlos, porque como bien dices se sabe quienes son.
ResponderEliminarEsas serian las primeras medidas a tomar, efecticamente. Gracias por pasarte.
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