“Se cuenta que Penn, habiendo obtenido una audiencia con el rey, se acercó
a éste con el sombrero clavado en su cabeza, a la manera de los cuáqueros. De
inmediato, Carlos II se quitó el suyo. «¿Por qué te quitas el sombrero, amigo
Carlos?», preguntó Penn. A lo que Carlos respondió: «Porque, según una
costumbre de este país, cuando el rey está en la habitación, sólo un hombre
permanece con la cabeza cubierta».”
La frase de arriba la he leído esta mañana en el libro “La Formación de América
del Norte” que pertenece a la colección llamada Historia Mundial Asimov del
escritor Isaac Asimov. En este volumen el escritor estadounidense de origen
ruso nos narra la historia de Norteamérica desde los primeros hombres que
llegaron por el Estrecho de Bering y formaron las poblaciones indias hasta el
momento previo de la revolución de las Trece Colonias que acabaría formando la nación
estadounidense, aunque esto último es tratado en el siguiente volumen de la colección.
Protagonistas
Los protagonistas de esta anécdota son dos hombres. Por un lado William Penn y por el otro el rey Carlos II del Reino Unido.
El primero era William Penn, hijo de otro hombre con el mismo nombre que había
sido almirante del Reino Unido e incluso había alcanzado el título de Sir. Se había
ganado este título gracias al apoyo al bando realista durante todo el periodo
que duró la dictadura de Oliver Cromwell, y tras la restauración de la corona
en manos de Carlos II consiguió el favor real. Pero su hijo había salido
rebelde y durante su juventud se había convertido en cuáquero tras conocer a un
misionero durante el exilio de su familia en Irlanda. Los cuáqueros eran una
secta religiosa también conocida como Sociedad Religiosa de Amigos. Eran
pacifistas, no aceptaban ninguna autoridad terrenal y llamaban a todo el mundo
por el nombre de amigo.
Carlos II |
El segundo era Carlos de Estuardo, o Carlos II del Reino Unido. Durante su
juventud había vivido la Guerra Civil Inglesa, donde el parlamento y los
puritanos se habían enfrentado al rey y a los anglicanos, resultando vencedores
estos últimos. El resultado había sido la abolición de la monarquía, la creación
de una república bajo el control del Lord Protector Oliver Cromwell, líder de
los rebeldes, y la ejecución del viejo rey y padre de Carlos II, Carlos I. A la
muerte de Cromwell le sucedió su hijo, que tuvo que abdicar rápidamente, debido
a ello un nuevo parlamento con mayoría realista pidió la vuelta del hijo del
viejo rey. En 1660 Carlos II fue coronado rey.
La anécdota
Con el rey asentado en su trono los problemas religiosos siguieron existiendo
en el Reino Unido, pero Carlos II fue capaz de manejarlos con cierta mano
izquierda y evitar una confrontación directa. Es de suponer que ver como a su
padre le cortaban la cabeza hizo de él un hombre justo y tolerante. Pese a ello
había ciertas sectas que seguían sin ser felices en la madre patria debido a
diversas presiones y una de ellas era la de los cuáqueros, de la cual William
Penn hijo era uno de los cabecillas.
El Reino Unido en aquellos momentos no se delimitaba exclusivamente a Gran
Bretaña, sino que tenía posesiones en distintos lugares de América, siendo la
costa este de los actuales Estados Unidos una de ellas. Durante los años
anteriores al reinado de Carlos II habían ido creándose y creciendo diversas
colonias. Una de las características de algunas de ellas era que estaban
formadas por refugiados religiosos, que cansados de la vida en el Viejo Continente
marchaban al Nuevo Mundo en busca de nuevas tierras donde poder practicar su religión
en paz.
Situación de Pensilvania |
Los cuáqueros no querían ser menos y se valieron de William Penn para
lograr posesiones donde ser libres para extender su fe. La familia Penn había dejado
dinero a Carlos II para la recuperación de la corona y llegado el momento el
rey ofreció las nuevas tierras a cambio de la deuda contraída. La región que cedió
a Penn y los cuáqueros estaba situada al oeste del rio Delaware y era un lugar
boscoso y húmedo.
Por lo que se sabe la reunión con entre Penn y el rey fue bastante cómica y
fruto de ella es la anécdota que comentábamos arriba. Como cuáquero Penn se
negó a descubrirse ante el rey ya que no reconocía su autoridad y el rey,
siguiendo las costumbres y valiéndose de su mencionada mano izquierda lo hizo
por él. Pese a todo no olvido la afrenta y cuando Penn pidió que la nueva colonia
fuera llamada “Sylvania”, que significa región boscosa en latín, el rey decidió
convertirla en Pennsylvania. Aquello horrorizo a William, que como cuáquero era
humilde y se negó a aceptar ese nombre, a lo que el rey respondió que el
homenaje no era para él, sino para su padre que tan bien le había servido.
Pensilvania
Esta historia deja distintas reflexiones. Una de ellas es la extraña
actitud de Penn, que roza la hipocresía. Digo esto porque pese a no reconocer
la autoridad real ni desear ninguna clase de prebendas, rechazando incluso el
nombre de la colonia, sí que acudió al rey para solicitar tierras e incluso fue
durante todo el tiempo el propietario de la colonia.
Pese a todo no podemos negar que fue un hombre capaz y que dirigió con
mucha habilidad la colonia. Pensilvania, que
es como la llamamos ahora, floreció con rapidez y facilidad. Y además logró
su objetivo con ciertas prácticas que eran extrañas en la época, por poner un
ejemplo no mintió a ninguno de los colonos para convencerles de partir (la tradición
era vender poco más que paraísos terrenales) sino que les habló con claridad de
lo que podían esperar en el que sería su nuevo hogar. Incluso hizo algo que a
muchos en la época les pareció extraño, y fue pagar a los indios por las
tierras que los nuevos habitantes iban a ocupar.
Congreso Continental |
En poco tiempo Pensilvania se convirtió en un referente, y es que Penn estableció
un gobierno democrático, tolerancia religiosa y una política penal humanitaria.
Esto hizo que muchos inmigrantes llegaran a la colonia y la convirtieran en un
lugar populoso en muy poco tiempo. Fruto de esto sería que pese a ser una de
las ultimas colonias en ser fundada en el momento de la revolución se eligiera
su capital, Filadelfia (literalmente Amor Fraternal, otra reminiscencia cuáquera),
como sede del Congreso Continental, primer órgano de gobierno de los nuevos
Estados Unidos de America.
Otras curiosidades:
Curiosidades históricas - Los vikingos no eran cabras
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Interesante anecdota, una lectura entretenida y productiva.
ResponderEliminarMe alegro de oirlo. Muchas gracias
EliminarInteresante anécdota. Conocía a Willam Penn, pero no lo de su sombrero.
ResponderEliminarA mi ocurria lo mismo, conocia a Penn pero no todo lo que ocurrio cuando fue a hablar con su rey. Por eso lo he compartido.
EliminarGracias por pasarte y comentar.