De un tiempo a esta parte varias personas me habían comentado, con mayor o menor seriedad, que quizá debería plantearme abrir un blog. Curiosamente cada una me lo comentaba por distintos motivos y sobre distintos temas. Si soy sincero siempre había tenido en la cabeza la idea de abrir un blog, no lo voy a negar, pero siempre me había echado atrás algo, y es que me gustan cosas diversas y siempre había considerado a los blogs como algo temático. Pero ahora me he dado cuenta que en el fondo un blog es algo que es mío y que puedo escribir sobre lo que me dé la gana. Y si una entrada no tiene nada que ver con la anterior y la posterior no es un problema.
Pese a estos consejos lo que
en realidad ha hecho que acabe abriendo esto ha sido una pregunta que me hizo
hace un par de días mi novia tras estar hablando de varias cosas. “Oye, ¿Y si
te hicieras un blog?” Y me puse a reflexionar sobre ello. Y la verdad es que no
encontré motivos para no hacerlo.
Por supuesto. Esto es un blog
donde va a caber casi de todo y es que no deseo ponerme cortapisas ni pensar en
esto como algo con un una intención clara más allá de plasmar sobre un papel
cosas que me pasan por la mente. He decidido no ponerme obligaciones ni nada
parecido, simplemente escribir de lo que me apetezca y así poder poner en
blanco sobre negro ideas que se me pasan por la cabeza.
Sé que un blog puede ser algo
profesional y tener intención de algo más grande que lo que yo quiero hacer,
como un amigo mío se empeña en recordarme, pero aunque tengo planes de hacer
cosas más serias en un futuro esto es solo el principio, y como todos los
principios son humildes.
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