martes, 16 de diciembre de 2014

Fergie Suter - El advenimiento del fútbol profesional



De nuevo, hoy voy a hablar de futbol. Y de nuevo, vuelvo a inspirarme en aquel hilo del Football Manager que ya os comenté en otros tiempos. Conocí esta historia aquí, y lo que vais a ver es simplemente un poco más de lo que he buscado, por lo que parte del mérito sigue siendo de su autor.

Que el fútbol es un negocio es obvio. Solo hace falta mirar alrededor para darse cuenta. Y que cada vez más gente está enfadada con esto y desea volver a los orígenes es más verdad todavía. Pero, ¿a qué orígenes? Sí, en sus inicios el fútbol fue un deporte de aficionados, jugado por caballeros para entretenerse; pero curiosamente con rapidez se convirtió en un negocio. ¿Que no me creéis? Viajemos a los años ochenta del S. XIX.

La creacion de la FA Cup


En realidad, el viaje es a un año antes, a 1879. Y como vamos a hablar de fútbol, en aquellos momentos el único destino donde se daba patadas al balón es Reino Unido. El fútbol había nacido hacía relativamente poco tiempo, en 1863, y aunque obviamente se había jugado a juegos de pelota anteriormente, las primeras reglas escritas datan de dicho año y fueron escritas por una unión de clubes, la llamada Football Association, la FA que en Inglaterra todavía domina el fútbol.

La FA Cup en 1871
Durante sus primeros años, el recién nacido fútbol, como su hermano el rugby, fueron eminentemente amateurs y relacionados en la mayoría de los casos con la alta sociedad. Es por ello que los primeros jugadores provenían de las “public schools” inglesas, curiosamente las universidades privadas más elitistas del país, o de Cuerpos del Ejercito de prestigio, como los Royal Engineers. Estos equipos, que veían que los partidos ganaban en audiencia y prestigio, decidieron crear la primera competición oficial.

Bajo el auspicio de la FA y con el apoyo de los grandes equipos aficionados de la época, nacía en 1871 la FA Cup, competición de Copa que aún hoy se disputa en Inglaterra y que es la más antigua del mundo. Como era de esperar, estos equipos dominaron la competición en sus primeros años y por ello encontramos en su palmarés al Wanderers (Formado por ex alumnos de las universidades privadas londinenses), al Oxford University, al Old Etonians o al Royal Engineers.

Boot money


Como era de esperar, la FA Cup se convirtió con rapidez en un negocio rentable. El público se mostró interesado y las asistencias a los campos no hacían sino aumentar. Al tratarse de una competición copera, la única manera de aumentar los ingresos era disputar el máximo de partidos posible, por lo que había que ir pasando rondas. El germen del negocio estaba ya listo para florecer.

Deporte de Caballeros
Avanzar rondas se hizo cada vez más complicado, y para lograrlo era necesario tener a los mejores futbolistas. Y los mejores futbolistas exigieron una parte del pastel. El problema es que la FA, anclada a la tradición como buena institución inglesa, se negaba a reconocer el profesionalismo y que los jugadores cobraran un salario por ejercer su profesión. Pero nada podía parar el progreso, y aunque ninguno de los equipos lo reconocía, empezaron a pagarse primas bajo mano a los futbolistas para asegurarse sus servicios. Este dinero, que se colocaba en las botas, era el llamado “boot money”. Y con ello nació un nuevo fenómeno, bien conocido en la actualidad: los equipos que más podían invertir en futbolistas dominaban la competición. Esto hizo que el dominio amateur que se había vivido durante los primeros años se acabara, aunque resistieron hasta mediados de la década de los 80, dando guerra hasta el final.

Fergie Suter


Pero no avancemos acontecimientos. Volvamos a 1879, porque en aquel momento empezó una guerra que terminaría casi una década después. A un lado se situó el sur agrícola de Inglaterra, firme defensor del amateurismo. Enfrente, el norte industrial, bastión del profesionalismo. La mecha que encendió esta confrontación curiosamente vino de fuera de las fronteras inglesas, concretamente del norte. Y es que en aquellos momentos los escoceses, que jugaban un fútbol de toque (de toque para la época, no eran el Barça de Guardiola, ni mucho menos) eran los mejores futbolistas del mundo y, como era de esperar, los clubes profesionales del norte de Inglaterra trataron de atraer a algunos de ellos para que jugaran en sus equipos.

Escocia, potencia futbolística de la época

El culpable de todo esto fue un señor escocés llamado Fergie Suter, nacido en Glasgow en 1858. Se ganaba la vida como cantero albañil, pero dedicaba sus momentos de ocio a jugar al fútbol (con mucho acierto, todo sea dicho). En su juventud jugó para equipos como el Rangers o el Partick Thistle en su tierra natal, y fue jugando en este equipo donde llamó la atención al sur de la frontera. Tras jugar un amistoso contra un equipo inglés, el Darwen F.C., estos quedaron impresionados con su calidad y decidieron incorporarlo a sus filas a cambio de un salario. En ese momento se convirtió en el primer futbolista verdaderamente profesional de la historia.

En aquellos tiempos la FA había empezado a tolerar en cierta manera el “boot money” ya que no podía evitarlo, pero se anclaba en que no era un sueldo sino una prima, por lo que no había profesionalidad. Eso sí, el amateurismo aún era reinante y por ejemplo se exigía a los equipos que inscribieran a futbolistas residentes en la ciudad donde el equipo tenía fijada su sede. Esto quiere decir que se esperaba que los equipos inscribieran a residentes de su ciudad o, por ejemplo, integrantes de su universidad; pero ello no limitaba la presencia de extranjeros si cumplían dichos requisitos, no era extraño encontrar escoceses, galeses o irlandeses en las “public schools” inglesas.

Pero claro, lo de Fergie Suter era diferente. El Darwen lo había traído expresamente de Escocia para jugar a futbol y cuando fue inscrito en la FA Cup, los clubes amateurs estallaron en protestas. A ello no ayudó que desde su llegada a Inglaterra, el jugador escocés no hubiera desarrollado ninguna actividad económica conocida, es decir, no tenía ingresos procedentes de ningún trabajo. Resultaba obvio que estaba manteniéndose gracias a lo que ingresaba por jugar al futbol, pero aquello era imposible de probar, por lo que las peticiones de expulsión del Darwen no fueron escuchadas.

Supremacía profesional


Pese a todo, los clubes amateurs, aún poderosos, siguieron controlando la FA Cup y ganando las distintas ediciones. Eso sí, los clubes profesionales empezaron a ganar terreno y la polémica volvió a saltar en 1880 con Suter de nuevo como protagonista. El escocés, tras fracasar en la FA Cup, decidió cambiar de aires en busca de nuevos retos (¿nos suena?) y ya de paso conseguir una mejora económica (esto ya suena más). La elección fue obvia, Suter se marchó al Blackburn Rovers, equipo rival del Darwen y que en aquellos momentos competía con el Blackburn Olympic, de la misma ciudad, por la supremacía del futbol del norte.

Aquél fue el primer traspaso de la historia del fútbol y, de nuevo, Suter fue pionero. Pero no solo lo fue en eso: junto al primer traspaso estallaron las primeras muestras de odio hacia un jugador por su vieja afición, lo cual trajo problemas en los años siguientes para disputar los partidos que enfrentaban a ambos equipos, llegando incluso Suter a las manos con algunos de sus viejos compañeros.

Los primeros años de Suter en Blackburn, pese a todo, no fueron exitosos. Incluso vio cómo el rival de la ciudad, el Olympic, alzaba la FA Cup en 1883 frente al Old Etonians. Pero en 1884 logró el éxito y alzó por primera vez la copa, empezando una racha que haría que el Rovers levantase seis de las siguientes diez, e iniciando el dominio del profesionalismo en el fútbol.

Blackburn Rovers Campeones de la FA Cup en 1885

Triunfo del profesionalismo


En 1885, la FA se rindió a las evidencias y aceptó el profesionalismo en todas sus variantes, permitiendo a los futbolistas recibir un salario por su trabajo y dejando que los clubes del norte, con mayor poder industrial, dominasen la competición durante los siguientes años. Este dominio haría que en 1888 el presidente del Aston Villa, un escocés llamado William McGregor, decidiera formar la primera liga profesional de la historia, donde competirían los doce equipos más importantes de Inglaterra, todos profesionales y provenientes del norte.

Curiosamente, la final de la FA Cup de 1885 fue la última donde compitió un equipo amateur. Este fue el Queen’s Park F.C., un club escoces (en aquella época aun competían equipos de fuera de Inglaterra en la FA Cup) que a día de hoy compite en la Scottish League Two, el cuarto nivel del futbol escocés y que sigue manteniéndose amateur, siendo el único club aficionado en las competiciones profesionales de Escocia y de Inglaterra.

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4 comentarios:

  1. deliciosa lectura, gracias por el post!

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  2. Hola ! Interesante . Muy interesante. Dejame preguntarte algo. Donde obtuviste toda esta gran información?

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    1. Wikipedia y distintas paginas webs sobre fútbol inglés.

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