Esta mañana, gracias a esos
maravillosos retwits que nos ofrece de vez en cuando @masaenfurecida
y con los cuales conocemos a distintas especies de la fauna ultraderechista
española he descubierto a @ArturoGVilla, otro de esos
liberales con mucha corbata y poca vergüenza que parecen florecer a partir de
las universidades privadas con el único objetivo de atacar la Educación
Publica, que educa a otros que, a diferencia de ellos, no pueden pagar para
ello.
En fin, su timeline es para
echarle un ojo, y echarse a llorar, pero no es la cuestión, simplemente se
dedica a repetir como un loro lo que otros le han dicho que diga. Y cuando se
lo recuerdas contestan de malas maneras y con insultos, esa es la educación que
reciben a tan alto coste.
Juan de Mariana
En fin, este señor no tiene
para mucho más, así que me gustaría hablar de otra persona que aparece en la conversación
como Juan Ramón Rallo (@juanrallo).
Doctor en Economía y Director del Instituto Juan de Mariana. He tenido diversos
encontronazos ideológicos con él en Twitter pero he de reconocerle una cosa que
el espécimen de arriba no tiene, y es que es una persona educada y con la que
se puede hablar y discutir. No comparto sus ideales, pero no me molesta tener
una discusión con él, se le ve un hombre inteligente e incluso hay facetas
suyas que admiro aunque no comparta su visión de la economía.
Mi problema con Juan Rallo y
su Instituto es diferente. Defienden una visión neoliberal de la economía donde
contemplan la completa desaparición del estado y la asunción de sus
competencias por parte del sector privado. Bueno, esto en realidad no es del
todo cierto, necesitan de un estado y de sus cuerpos de seguridad para mantener
sus propiedades.
En mi opinión
esto es locura, y me explico. Soy un partidario de la economía de mercado y
defiendo el sector privado en muchas de sus facetas, pero considero que sin un
control correcto desde el gobierno las cosas se descontrolan. El mejor ejemplo
es esta crisis, nadie puso frenos al mercado y ha acabado por cargarse la economía
entera. Obviamente con esta idea no todos han perdido, hay gente que ha ganado y
que obviamente defiende las ideas liberalistas del Doctor Rallo.
El principal
error que veo a su doctrina es en dos sectores, la educación y la sanidad. Soy socialdemócrata
y creo en la educación y la sanidad públicas y universales y no contemplo que
esto sea posible dentro del sector privado. Dejar entrar al sector privado en
estos sectores exige añadir a la ecuación la rentabilidad, y ojo, es posible
ser rentable en estos sectores, la Quirón o gente como nuestro amigo de arriba
demuestran que siempre habrá gente dispuesta a pagar por ello. El problema es
otro, el problema es que en el mismo momento en que entra la rentabilidad en
juego desaparece la universalidad. La rentabilidad exige que haya gente que
pague por el servicio por lo que deja de ser un derecho.
Y esto tiene
un efecto tremendo sobre un país. En el mismo momento en que negamos la sanidad
y la educación a la gente que no puede pagarla podemos entrar en problemas
como que la gente se muera por no recibir un tratamiento de Hepatitis C o que
los más desfavorecidos no puedan entrar en el mercado laboral porque no tienen
la preparación necesaria. ¿Nos suena? Cada vez que le comenté a Rallo esto me salió con
distintos ejemplos que al final acababan en lo de siempre, en préstamos a
estudiantes y seguros de sanidad privados.
Todo esto tiene simplemente un
motivo. La sanidad y la educación son un nicho de mercado tremendo que aun el
sector privado no ha sido capaz de explotar como ellos quisieran. Detrás de
todo simplemente se esconde el interés de acabar con los servicios públicos para
lucrarse con ellos. Y por ahí ya no voy a pasar. Diga lo que diga estos
economistas convertidos, prácticamente, en una secta.
Conclusión
Y para terminar dos detalles.
El Instituto Juan de Mariana afirma en sus estatutos que se niega a recibir
subsidios públicos de ese estado que odian. Curiosamente Esperanza Aguirre les
subvencionó y los premió en diversas ocasiones siendo Presidenta de la
Comunidad de Madrid, además en circunstancias bastante “extrañas” por no decir
otra palabra muy de moda en estos días. Esto lo podemos ver aquí y aquí. Y el último
detalle de todos, como era de esperar y emulando a otras sectas cuando no les
gusta lo que escuchan simplemente rehúyen la discusión.
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