martes, 24 de febrero de 2015

El castigo al talento


Te pueden gustar más o menos. Puedes compartir sus ideas o no. Puedes llegar incluso al amor o al odio. Pero es imposible que alguien niegue que Albert Rivera y Pablo Iglesias se han convertido en las dos grandes revelaciones políticas del último año. Hablamos de los lideres de dos partidos que hace un año o no existían o eran un partido pequeño y limitado a Catalunya y que se han convertido en doce meses en la segunda y la cuarta fuerza política según las últimas encuestas. Y aunque hoy no estarán presentes en el parlamento durante el debate del estado de la nación son, a día de hoy, dos de los grandes líderes del país.

Dos lideres carismáticos


Por supuesto, visto su éxito es imposible negar que tienen cualidades políticas y sirven para esto. Sus estilos son diferentes, uno es vistoso, grandilocuente y disfruta con las masas y la discusión, es en un atril o frente a su rival donde se siente cómodo, el otro es un político mas de salón, de distancias cortas, pero capaz de convencer con un discurso calmado y sosegado. Son diferentes tipos de carisma, obviamente, pero no se puede negar que son unos políticos carismáticos, quizá los lideres mas carismáticos desde la marcha de Julio Anguita, Felipe González o Adolfo Suárez.
                                                            
Son los representantes de una nueva generación. De una generación que no vivió la transición y que ha crecido en democracia. Son los representantes de una nueva política, donde la gente joven (36 años Iglesias, 35 años Rivera) ha decidido tomar el mando del país. Son junto a Alberto Garzón, que solo tiene 29 y al que no me gustaría dejar fuera, los grandes exponentes de una nueva manera de hacer las cosas. Entonces la pregunta es, ¿Porque no incluí a Garzón, al que admiro y al que votaré en Noviembre, desde el principio? Porque el motivo de este articulo no es hablar de recién llegados a la política, sino hablar de los recién llegados gracias a un partido nuevo. Y Garzón, líder de Izquierda Unida, no milita en un partido nuevo.

Dos carreras paralelas


La reflexión de hoy es otra, muy diferente, y está basada más bien en el paralelismo que guardan las carreras políticas de ambos. Iglesias, relacionado desde joven con ambientes y medios de izquierdas y asesor de Izquierda Unida decide, tras ver que este partido no le ofrece aspiraciones de poder saltar al ruedo con un nuevo partido y fundar Podemos, con el que solo cinco meses después dará la gran sorpresa en las Elecciones Europeas al conseguir  5 escaños. Enfrente Rivera también vivió una situación parecida; desencantado con el Partido Popular de Catalunya , donde militaba en sus Nuevas Generaciones, decide abandonarlo e integrarse en la Plataforma Cívica Ciudadanos de Catalunya. Tres meses después, en su Congreso Fundacional como partido, es elegido presidente de la formación.

Es decir, nos encontramos con dos hombres que tras haber tenido relación con partidos tradicionales decidieron abandonarlos y empezar  a trabajar para conseguir transcendencia política con nuevas organizaciones. Su éxito salta a la vista y en estos momentos se han convertido en la referencia de los desencantados con las viejas maneras de hacer política. Además lo están haciendo robando votos e importancia a las organizaciones de las cuales proceden, logrando que muchos de sus simpatizantes pasen a apoyar a estos nuevos partidos, que solucionan mucho mejor sus problemas.

En una política como la española, con líderes lamentables en los últimos años como Mariano Rajoy, José Luis Rodríguez Zapatero, Rosa Diez o José María Aznar, sorprende que nadie fuera capaz de ver la habilidad y el potencial de estos dos hombres que a fuerza de talento han revolucionado la política y se han convertido en los nuevos referentes de la izquierda y la derecha. Tanto es así que no es difícil imaginar que en un tiempo puedan convertirse en Presidente y Jefe de la Oposición si verdaderamente la tendencia de crecimiento continua como hasta ahora, desplazando al PP y al PSOE de su poltrona.

Castigo del talento


Pero la reflexión es otra, ambos estaban relacionados con viejas formaciones y ambos se dieron a conocer en ambientes políticos. ¿Nadie vio que con lideres así seria mucho mas fácil alcanzar el poder en dichas formaciones? ¿Cuál es el funcionamiento interno de un partido? ¿Cómo es posible que alguien con tanto talento no destacara y llegara a sitios de responsabilidad? Quizá esta es la primera pregunta que muchos de los antiguos partidos deberían hacerse, algo se ha hecho mal cuando nadie vio que quizá con estos hombres al mando y no con mediocres como Pedro Sánchez o Mariano Rajoy seria mas fácil ganar unas elecciones.  Y si, se que Pablo Iglesias no tuvo nada que ver con el PSOE, sino con IU, pero estoy seguro que dentro del PSOE habrá gente con mejor habilidad que Sánchez.

O quizá esa es la respuesta, que en un partido político es mas fácil ascender siendo mediocre y no molestando que siendo genial, ya que tu genialidad puede ser un problema para quien esta arriba de ti. ¿En serio imaginan a toda la maquinaria del PP y el PSOE, corrupta y podrida, elevando a un joven a los altares si con ello pusieran en riesgo su poltrona? Miren la que se ha liado en el PSM cuando Sánchez, que de revolucionario y genial tiene lo justo, ha pretendido quitar de en medio a gente como Tomas Gómez...

Para terminar, parece que las cosas cambian y algunos empiezan a aprender. El ascenso de Garzón a los altares de Izquierda Unida tras la llegada de Iglesias y Podemos es un halo de esperanza, es posible llegar arriba de una formación antigua si hay capacidad para ello. Pero sigue sin ser fácil, los problemas de vividos en la federación madrileña del partido lo atestiguan.

2 comentarios:

  1. No conocía gran cosa del pasado de estos dos y me dejas de piedra con tu acertada reflexión final.

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    1. Curioso ver de donde vienen y los errores en cadena que pueden llevar a que les quiten un poder que podian haber consolidado.

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