lunes, 21 de diciembre de 2015

No nos desesperemos, hay cambio



En este blog somos aficionados a hacer pequeños análisis electorales tras noches como las de ayer, y no es la primera vez que lo hacemos. Con ello tratamos de sacar pequeñas conclusiones, desde un punto de vista personal y subjetivo, de lo que ha salido de las urnas, aunque esta vez tratar de hacer un análisis a futuro es una tarea excesivamente complicada, por lo que vamos a centrar el análisis en otras cosas.

Ayer me sorprendió ver mucha desilusión y desesperación en una izquierda que quizá esperaba una victoria clara y una representación parlamentaria que llevara el “cambio”, o todo el cambio que puede ser la socialdemocracia de Podemos, al máximo órgano legislativo español.  Pensando en frio y con los números en la mano puedo entender la desilusión, ya que una nueva victoria de un partido que se ha dedicado durante 4 años a robar, legislar contra la mayoría y delinquir duele, pero mientras la ley electoral siga primando ganar una provincia como lo hace en la actualidad veremos sobrerrepresentaciones como al de ayer continuamente, ojala alguien tome nota de ello.

A pesar de todo la España de los últimos 80 años, como mínimo, ha cambiado a partir de la noche de ayer. Hoy es el primer día desde que la democracia finalizo en este país en 1939 en el cual no sabemos cuál va a ser el próximo presidente del gobierno, y eso es un cambio muy importante. Se acabaron las mayorías absolutas, se acabaron los rodillos, se acabó el gobernar por decreto… Nada más hay que ver el miedo de algunos voceros del régimen ante la “Ingobernabilidad” o “Italianización” de España. Algo lógico ya que dentro de su prisma todo lo que se salga de lo previsible u obligue a pactar y dialogar y no a imponer es un desastre. Bienvenida sea esa ingobernabilidad.

Si vamos sigla a sigla encontramos, para empezar, a un Partido Popular que pese a haber ganado las elecciones dista de estar para celebraciones. La derecha española no sabe pactar, lo ha demostrado continuamente, en sus 54 años de gobierno solo han sido capaces de imponer su cosmovisión a golpe de autoritarismo, ya sea tras un Golpe de Estado o con mayorías absolutas o casi absolutas. Esto les va a costar de asimilar y su falta de cintura y su desprecio por la oposición en los últimos cuatro años les va a complicar conseguir pactos, salvo que desde arriba haya órdenes de lograrlos, eh Pedro Sánchez.

En segundo lugar está el PSOE, que celebra unos resultados que distan mucho de ser buenos pero que les ha permitido salvar los muebles y además tener la llave para el gobierno. La cuestión con el PSOE es la de siempre, ¿Sera capaz de olvidar por una vez la “responsabilidad” y plantar cara al PP y a las elites? Todos sabemos de qué pie cojean y no tardaran mucho en salir  grandes figuras como Felipe González o Susana Díaz a hablar de Gran Coalición y de la responsabilidad de salvar España dejando hacer al PP. ¿Qué hará el PSOE? ¿Volverá a traicionar a unas bases que ayer les dieron una última oportunidad o hará caso a sus jefes del IBEX?

Hablando de IBEX este párrafo debería estar dedicado al “Cambio Sensato” que al final ha tenido de sensatez la justa y de cambio nada, pero tras las declaraciones de Rivera hablando de dejar gobernar al PP hay poco más que añadir. Hasta aquí llego Falangito, ya han cumplido su misión y han sido el apoyo de las elites para que nada cambie, aunque por suerte gran parte de la gente no les ha creído, y menos mal… Gracias por participar Albert, pasa a recoger tu cheque.

Finalmente llego al meollo del asunto. No me gusta Podemos, como mínimo el actual, igual que compartía muchísimas ideas con el de hace un año y medio su giro a la derecha y la moderación de su discurso, abrazando de lleno la socialdemocracia y rindiéndose a la OTAN, pero no negaré que ayer lograron un triunfo. Ya no tanto a nivel de representación, que está muy bien, sino introduciendo nuevas fórmulas en la política española como las coaliciones que vimos en Galicia, País Valenciano y Catalunya, donde su éxito ha sido arrollador. Quizá de haber mantenido ese interés por los pactos en otras provincias estaríamos hablando de un éxito mayor, pero ya se sabe que el amor a las siglas suele estar por encima de los ideales en muchos casos.

Al final me gustaría hablar, y en relación con lo anterior, de 14 escaños que han acabado por no existir por culpa de la ley electoral española. Hablo, como no, de Izquierda Unida y PACMA. 923.105 votos por un lado y 219.181 por el otro, en total más de un millón de votos que se han quedado fuera del Congreso porque es mejor hacerle el juego a vascos y catalanes que tener una ley electoral justa. El análisis de estas fuerzas, en mi opinión, no puede hacerse de acuerdo a escaños sino a votos. Hay en España dos realidades que hay que tener en cuenta, por un lado una izquierda real, anticapitalista y anti-OTAN, y por otro lado una izquierda ecologista a la que nadie ha hecho ningún caso. Los votos están ahí, como un recordatorio de la incapacidad de la izquierda para llegar a acuerdos.

Cuando haya nuevas elecciones, algo que no creo que tarde mucho, Pablo Iglesias debería reflexionar sobre esto último. Las confluencias le han aportado un éxito superior que su propia marca y ese apego a las siglas no es importante, conseguir sumar votos, bajo el nombre que sea, es lo que le permite ganar las elecciones en Catalunya, aunque prácticamente no hubiera miembros de su partido en las listas. Hay que seguir trabajando, dejar de lado sillones y poltronas y buscar un marco común de ideas que permitan, de verdad, tomar el cielo por asalto. Aunque creo que esta última frase no gusta mucho al Pablo Iglesias actual… Hay un pozo de votos que la izquierda no sabe rentabilizar, toca buscar maneras de hacerlo.

Y un último apunte que, por irónico, me encanta. Los guardianes de la Unidad de España podrán formar gobierno si Esquerra Republicana y Artur Más les dejan, y  a la hora de negociar otros partidos, con más cintura que ellos, tienen cartas ganadoras. Supongo que más de uno debe estar dándose golpes contra las paredes por no haber atendido el problema catalán con dialogo…

lunes, 14 de diciembre de 2015

El Gin Tonic y la malaria


Hoy vengo a hablar del origen de algo que se ha convertido en cotidiano pero que tiene un pasado fascinante. Y es que si hablamos del cubata de moda, el Gin Tonic, su origen está mucho más relacionado con la Coca Cola que con otros cocteles o combinados. ¿El motivo? En un principio estuvieron pensado como brebajes medicinales, algo bastante común en la segunda mitad del S. XIX, cuando la producción y distribución de estos productos curativos o incluso milagrosos fue bastante común, aunque no hubiera pruebas científicas de su eficacia. Vamos, que la Coca Cola que a día de hoy bebemos no es más que homeopatía decimonónica.

La gran diferencia existente entre el Gin Tonic y la Coca Cola es que precisamente el combinado sí que tiene, en teoría, algunas propiedades curativas; uno de sus elementos como mínimo. La tónica, en el fondo, no es más que una bebida carbonatada que tiene como ingrediente principal la quinina. ¿Y qué es la quinina? Un alcaloide que se obtiene de la corteza de un árbol llamado Quino y que se puede encontrar en los bosques de Sudamérica, sobretodo Perú, Bolivia y Ecuador. Y es este alcaloide el que contiene propiedades curativas.

Estas propiedades son conocidas desde la antigüedad por los nativos americanos, que mascaban la corteza del árbol o la utilizaban en diversos brebajes para curar fiebres; en el S. XVII los colonos españoles observaron este comportamiento y empezaron a utilizar la quinina para combatir los males, aunque sin tratar ni aislar. A partir de este momento fue introducida en Europa y la investigación sobre sus cualidades empezó, ya que empezamos a encontrar registros sobre sus propiedades en tratados de medicina a finales del S. XVII. Este camino termino en 1817 cuando dos científicos franceses: Pierre Joseph Pelletier y Joseph Bienaimé Caventou consiguieron aislar la quinina, que empezó a ser utilizada como tratamiento de la malaria.

La quinina, ahora ya aislada y convertida en pastillas, fue enviada con rapidez a las colonias tropicales de las potencias europeas, sobre todo a una India que iba cayendo, poco a poco, bajo control británico, y donde la enfermedad estaba causando más problemas al ejercito de su majestad que los nativos. Y si, la quinina ayudaba contra la malaria pero tenía un reverso oscuro: un sabor muy amargo, horrible, que hacía que tomarla se convirtiera en un suplicio para los soldados. Es por ello que a alguien se le ocurrió la genial idea de diluir las pastillas con agua carbonatada, zumo de limón y azúcar, creando la tónica y ayudando a que el mal trago fuera más llevadero.

Y claro, de ahí solo quedaba un paso. Hablamos de la India, territorio británico en aquellos momentos, por lo que por algún lado tenía que acabar apareciendo la ginebra. Aquí ya las versiones difieren, por un lado se dice que la celebración de una victoria llevo a que se añadiera la bebida a la mezcla de agua carbonatada, zumo de limón y azúcar; otras versiones hablan de que un oficial ingles decidió mezclar la tónica que tomaba para evitar la malaria con ginebra, para suavizar su sabor… Fuera como fuera parece que fue en la India donde este combinado nació, para luego extenderse, subido en los largos brazos de los comerciantes británicos, por el resto del mundo.

Lo curioso de todo esto es que a día de hoy la tónica que se vende o no tiene quinina o tiene una parte ínfima de ella, con cantidades muy inferiores a la que se tomaba para combatir la malaria en el S. XIX. ¿El motivo? La quinina, pese a ser un buen remedio contra la malaria, crea otros problemas de salud y su consumo excesivo puede llevar a sufrir alucinaciones, por lo que su uso está muy controlado en la actualidad.

martes, 8 de diciembre de 2015

La izquierda ha perdido el discurso



Imbuidos como estamos en la vorágine preelectoral, y con una campaña televisada al dedillo, hay una noticia que parece haber pasado de puntillas sobre la actualidad, más allá de la típica reseña en las noticias y el dramatismo con el que los medios gustan de recubrir, últimamente, cualquier noticia relacionada con la política. Hablo, como no, del ascenso del Frente Nacional en Francia.

Como era de esperar la mayor parte de las reacciones que hemos vivido en nuestro país han venido desde la izquierda, donde se advierte del peligro del ascenso de la extrema derecha para la democracia en Europa. El problema es que el análisis se queda ahí, y que casi un 28% del electorado de un país como Francia, conocido por sus ideas democráticas y liberales, vote un partido de Extrema Derecha es algo que merece algo más que un simple arañazo en la superficie.

¿Qué ha hecho posible este resultado? Para empezar el liderazgo de Marine Le Pen. En un partido tan personalista como el Frente Nacional era de esperar que tras la marcha del fundador, Jean Marie Le Pen, fuera su hija quien le sucediera. Lo que nadie esperaba es que Marine demostrará la habilidad política que ha demostrado, convirtiendo el partido, poco a poco, en algo mucho más serio de lo que era bajo su padre, llegando incluso a expulsarlo de la formación.

Y es que en el nuevo Frente Nacional de Marine cosas como llamar “leprosos” a los enfermos de sida como hacia su padre es algo que esta fuera de lugar. Incluso la hemos visto expulsar a nazis y evitar cualquier referencia al III Reich. Curiosamente estas medidas han encontrado críticas en algunos partidos semejantes en España, incluso algunos durante este fin de semana criticaban la “tibieza” del partido debido a estos motivos.

Obviamente el liderazgo ayuda, pero no gana elecciones; que se lo pregunten a Rivera o Iglesias… Es por ello que he decidido dar una ojeada al programa del partido para buscar motivos. Más allá de lo esperado: rechazo a la inmigración, programas de  preferencia nacional, condena del matrimonio homosexual y el aborto, pena de muerte, exaltación de los valores “republicanos y franceses”… hay un apartado que explica, y mucho, su ascenso en estos momentos. Su programa económico.

Con una Francia con cada vez más graves problemas económicos y que mira a Berlín y a Bruselas (que en estos momentos vienen a ser lo mismo) con desconfianza el discurso antieuropeo del Frente Nacional ha calado fuerte entre los franceses. Marine Le Pen sabe que cuando los beneficios bajan y aumenta el desempleo una buena manera de llegar al votante es a través de su bolsillo; y esto es algo que ha reflejado a la perfección en un discurso económico que ha convertido su formación en la primera del país.

¿Y cuál es este discurso? Resumiendo mucho, obviamente, el Frente Nacional apuesta por el proteccionismo y el intervencionismo estatal: salida del Euro y devolución del poder al Banco Nacional Francés, reindustrialización del país y protección de dicha industria con aranceles, intervención estatal en los sectores estratégicos (banca, energía, transporte, industria, agricultura…), autarquía agrícola (apoyando la producción francesa frente a la extranjera o consumiendo solo productos hechos en el país), cierre de las centrales nucleares y apuesta por energías renovables, altos impuestos a los beneficios empresariales, prohibición de entrada de extranjeros en consejos de administración de las empresas, obligación a reinvertir beneficios en la creación de empleo… En definitiva, acabar con el liberalismo y devolver el control de la economía a París para mayor beneficio del pueblo francés. ¿Resultado? Éxito rotundo en las urnas.

Lo peor de todo esto, al final, no es el número de votos… Lo peor de todo esto es que el discurso económico de Le Pen sobre el papel podría estar perfectamente respaldado por un partido de izquierdas sin ningún problema. Si se extraen del programa la xenofobia y el ataque a las libertades individuales se nos queda un discurso económico que perfectamente podía haber firmado hace un año Podemos. ¿El problema? Que la izquierda ha perdido el discurso antiliberal y de intervención estatal a favor de la ciudadanía para venderse, de nuevo, a los interés económicos de las elites. La deriva del propio Podemos es el mejor ejemplo de ello.

Lo peor de todo esto es que la deriva y el giro hacia la socialdemocracia y el apoyo a la alta burguesía se ha hecho en busca de unos votos que al final van a resultar en un fracaso. El Frente Nacional muestra que hay un grupo de votantes, bastante numeroso además, al cual se le puede seducir con ideas muy alejadas de lo que viene a ser el liberalismo y la libre empresa. Mientras todos los teóricos de la izquierda dan vueltas y vueltas para encontrar propuestas con las cuales conquistar el poder en Francia la extrema derecha se ha apropiado de su discurso y ha dado un gran paso a nivel electoral. Porque obviamente más de un cuarto de la población en Francia no es fascista, ni mucho menos, hasta hace unos años el Frente Nacional no superaba el 10% en ninguna encuesta.

En los años treinta, en un escenario de crisis económica y problemas, el fascismo y el nazismo supieron convencer a los votantes de que su discurso era el mejor para solucionar los problemas. Las clases medias y cierta parte de la clase obrera confiaron en ellos mientras la izquierda se quedaba parada mirando y sosteniendo el sistema, de nuevo, a servicio de los grandes capitales. En los años 30 la izquierda fracasó en convertir el descontento en votos y fue adelantado por la extrema derecha, no cometamos el mismo error.

martes, 1 de diciembre de 2015

Cubazuela del Norte



La de hoy va a ser corta, o como mínimo esa es mi intención. Que luego siempre me enrollo y acabo escribiendo más de lo que deseaba. Es solo una pequeña reflexión sobre la enorme importancia que tienen los medios a la hora de hacer política, y no solo por debates como el de ayer, sino en muchos otros apartados, donde quizá su importancia es aún mayor. Hablo, por ejemplo, de política internacional, como más de uno se habrá imaginado tras haber leído el título de la entrada.

Además hay una noticia de la reciente que me viene perfectamente para comentar lo que vamos a ver hoy. ¿Cuántos de los lectores saben que hubo un cambio de gobierno en Portugal la pasada semana? Seguramente pocos saben que la izquierda lusa, tras unirse, ha logrado echar del poder al derechista Passos Coelo, siendo el socialista Antonio Costa el nuevo primer ministro. Y ojo, hablo de Portugal, un país con el que compartimos península.

Ahora voy a repetir la pregunta, pero con un país un pelín más lejano. ¿Cuántos saben que en la República Bolivariana de Venezuela habrá elecciones en una semana? Esto ha salido en todos los medios y todos insisten en lo mismo, va a ser el fin del Chavismo. ¿Empezáis a ver la diferencia? Por ejemplo, todos sabemos que Nicolás Maduro, Raúl Castro o Kim Jong-Un son los dirigentes de Venezuela, Cuba y Corea del Norte respectivamente. En cambio, si pregunto quién gobierna en Paraguay, Costa Rica o Corea del Sur pocos sabrían la respuesta. ¿El motivo? Los medios no consideran importante que lo sepamos.

Es por ello que es importante tener claro, antes de sacar conclusiones, que los medios de comunicación son empresas, la gran mayoría con intereses además en los países que hemos mencionado, sobre todo los latinoamericanos, y se encargaran de hacernos saber quién se opone a sus intereses para conseguir que lo odiemos. Si además con ello logran desprestigiar a ciertos dirigentes políticos españoles afines a sus ideas mejor que mejor. Es por ello que si Arabia Saudí decapita a un par de ciudadanos por ser homosexuales nadie habla aquí en España, porque nuestro rey y el suyo son colegas…

Y para terminar un pequeño ejemplo que descubrí ayer en la cuenta de Twitter @_ju1_. Hace una semana todos los medios se hicieron eco del asesinato de un venezolano llamado Luis Manuel Diaz e inmediatamente acusaron al gobierno de haberlo asesinado. Curiosamente, a la hora de coger la foto usaron la de un ciudadano francés llamado Manuel Diaz (el hombre se queja de ello aquí) y de paso nadie menciono que era un sicario de una banda mafiosa llamada Los Plateados, y que su asesinato fue un ajuste de cuentas. Incluso la Policía Venezolana ha detenido ya a sus asesinos.

Lo curioso de la noticia es que tan pronto como fue mencionada en los medios desapareció. Al parecer pese a las quejas de Lilian Tintori (la mujer de Leopoldo López) que a día de hoy sigue llorando que su marido, un golpista que trato de acabar con la democracia en Venezuela, siga encerrado; nadie en Europa acudió al funeral del “Opositor” y ni siquiera los más críticos con el gobierno venezolano lo hicieron. ¿El motivo? El opositor no fue asesinado por el gobierno, sino por un ajuste de cuentas entre bandas.

Si alguien tiene interés en seguir toda la argumentación, empieza en este tweet.

Y recordad, no os fiéis de todo lo que salga en los medios.

jueves, 26 de noviembre de 2015

No es solo echar a Nuno...



Ahora que las cosas se han enfriado un poco y me ha dado tiempo a reflexionar voy a comentar algo que quería haber comentado el mismo martes por la noche pero que no hice para que no saliera visceral y excesivamente aumentado por el cabreo tras la derrota en San Petersburgo. Y ojo, el problema no es ir a la ciudad de Pedro El Grande y que el Zenit te gane, eso es algo que puede entrar perfectamente en las quinielas, tampoco es problema el juego mostrado o la indolencia, o bueno, no son un problema tan grave como mínimo. El problema, y para mi es peor que todos los demás, es la sensación de que pase lo que pase las cosas van a seguir igual porque al final, lo menos importante, es el verde.

¿Cómo se explica si no que tras ser arrasados por el Zenit nadie haya salido aun a dar explicaciones? Es imposible de entender que nadie en el club sienta la necesidad de dar la cara y decir a la afición unas palabras, aunque sea para demostrar que alguien sigueal mando. No hablo de ruedas de prensa multitudinarias, no somos Florentino Pérez, sino simplemente un discurso de tranquilidad y de confianza para que la afición sienta que, al otro lado de la fachada de la Avenida de Suecia, hay alguien que le escucha.

Y esto es debido, simplemente, a que no existe ninguna figura que tenga la capacidad y el ascendente (o como mínimo la obligación) de salir a explicar que está ocurriendo en el Valencia C.F. Y ojo, no solo cuando hay derrotas, sino en cualquier momento. Nadie sabe que ocurre en el club porque nadie se ha dignado a dar una explicación a ninguno de sus movimientos, el trabajo de relaciones públicas es inexistente y ello ayuda a aumentar la confusión y el enfado de un aficionado que siente que ha sido abandonado por el club.

Al final, todo esto acaba resumiéndose en la inexistencia de un organigrama y una estructura claras desde que todo saltara por los aires en verano. Y ojo, esto no es un alegato a favor de Salvo, ni mucho menos, sino en contra de una nueva propiedad que ha sido incapaz en medio año de sustituir a los que se marcharon entonces. Y es que si desmontar una estructura que daba frutos y funcionaba ya es un error, como dicen los anglosajones If it works, don’t fix it (Si funciona no lo toques), no haber sido capaz de crear una nueva a posterioridad es para plantearse seriamente quien está al mando del Valencia C.F.

Lo peor de todo no es que Peter Lim no haya sido capaz de enmendar el problema que él mismo creo en verano, sino que la sensación de descontrol no ha hecho más que aumentar. Hace un tiempo ya comenté que parece que no hay nadie al mando y esta sensación ha ido a más en las últimas semanas. No negare la habilidad para los negocios del singapurense, no se ha hecho rico por suerte, pero sí que le criticaré su hacer en el club. Lleva ya más de un año al mando y su Valencia se parece peligrosamente a aquel viejo Valencia de Llorente y compañía: amiguismos, favores, fichajes inexplicables, representantes todopoderosos… Han cambiado los nombres, pero no las formas.

Incluso su gestión económica es criticable, y eso que esto debería haber sido un punto fuerte. A día de hoy, económicamente, el Valencia sigue en el mismo pantano en el que estaba cuando llego. Si, ha inyectado dinero y ha solucionado los problemas de tesorería a corto plazo, pero en el fondo lo ha hecho con nueva deuda, esta vez contraída con él mismo y no con un banco, pero el problema financiero sigue estando ahí. El equipo sigue sin haber mejorado un ápice sus cuentas y sobrevive gracias a los préstamos, ojo a esto, de su propietario. ¿Qué ocurrirá cuando haya que devolver ese dinero? Es algo que no quiero ni pensar… Y es que la capacidad para generar beneficios del club, exceptuando el acuerdo con Adidas (Y es de la época Salvo) sigue siendo la misma que antes de su llegada, y errores tan graves como dejar la camiseta sin patrocinador un año más, sea cual sea el motivo, es algo imperdonable. Si a ello le sumamos un presupuesto basado en unos ingresos por competiciones europeas a los cuales es dudoso que el equipo llegue el problema no hace más que agravarse.

Y llegamos al final con el, para mí, gran punto negro de la gestión de Peter Lim. Hace casi un año, al inicio de este blog, ya advertí de lo poco que me gustaba la forma de fichar de estenuevo Valencia, y el tiempo no ha hecho sino darme la razón. El desmantelamiento de la Dirección Deportiva este verano ha conseguido que el club solo pueda fichar mediante el “asesor”, es decir, Jorge Mendes, que es quien en la actualidad controla la política de fichajes de una manera desastrosa. A dia de hoy toda la inversión realizada en verano está prácticamente perdida y jugadores por los cuales se pagó un alto precio han perdido su valor (o quizá nunca lo tuvieron).

Es obvio que la oferta de Lim era la mejor, aunque solo fuera por ser la única, pero las cosas no funcionan así y la gestión está siendo bastante deficiente. Hay que buscar un nuevo rumbo y empezar a enderezar el rumbo si se quiere conseguir llegar a buen puerto… Y ojo, no hablo solo de echar a Nuno.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Curiosidades Históricas - La Carga contra los Panzer


Si algo tiene la Segunda Guerra Mundial son curiosidades, mitos y leyendas. Que medio mundo se dedique a matar al otro medio es lo que tiene, que permite grandes actos extraños, alguno de los cuales ya han sido comentados aquí. Uno de estos mitos, seguramente el primero si hablamos a nivel cronológico, es la Carga de la Caballería Polaca, heredera de los míticos Húsares Alados, contra los tanques alemanes que invadían Polonia en Septiembre de 1939. La historia gano rápidamente fama ya que era una demostración del honor polaco, de la capacidad de su mítica caballería, del deber patriótico… Y por desgracia falsa. Sí. Como lo leéis. Completamente falsa. Eso no ha evitado que muchos historiadores la den por real. ¿El motivo? Pega bastante con el carácter polaco, como veréis a continuación.

Polonia es un país antiguo, que remonta sus raíces al viejo Ducado de Polonia, creado en el año 962 por el Duque Misceslao I, que fue el primero en convertirse al cristianismo. Situado entre germanos y eslavos el Ducado se fortalecería y crecería durante la Edad Media, alcanzando el rango de Reino en el S. XIII. Este crecimiento se afianzaría en el año 1385 cuando el dirigente de la última gran potencia pagana de Europa, el Gran Duque de Lituania Vladislav II, se casaba con la Reina de Polonia y unía ambos reinos en la Unión de Krewo. Esta unión, en un principio meramente personal, con un Rey que reinaba en ambos reinos por separado, se convirtió en una unión completa en 1569, cuando tras la muerte sin herederos del rey anterior los nobles polaco-lituanos decidieron unirse formando un solo estado por la Unión de Lublin.

A partir de la Unión de Lublin podemos hablar de un nuevo estado, la Mancomunidad Polaco-Lituana, una monarquía electiva donde los nobles de ambas naciones, reunidos en el Sejm decidían no solo a su rey, sino las leyes fundamentales del país. Es considerado por muchos el primer ejemplo de monarquía parlamentaria en Europa. Verdad era que solo la nobleza tenía derecho de voto, pero eso suponía un 10% de la población, cantidad mucho mayor que en otros estados europeos incluso en tiempos posteriores (solo el 3% de la población tenía derecho a voto en Gran Bretaña en 1867).


Esta Mancomunidad Polaco-Lituana se convirtió en una de las grandes potencias de Europa en ese momento; con un territorio que iba desde el Báltico hasta prácticamente el Mar Negro, como se ve en el mapa superior, con grandes ciudades como Cracovia, Varsovia o Vilna. Esto le permitió vivir una Época Dorada durante casi un siglo, pero su situación entre grandes potencias como Rusia, Suecia, el Sacro Imperio Romano o el Imperio Otomano acabo por perjudicarle, debido sobre todo a su falta de estabilidad interna causada por su forma de gobierno. El final de esta época llegó en 1655, con el conocido como el “Diluvio”.

El “Diluvio” es una época de la historia Polaco-Lituana que está relacionada con las llamadas Guerras del Norte, que enfrentaron a Rusia, Suecia y Polonia-Lituania  y a sus distintos aliados por el control de la costa del Báltico. Estas guerras desgastaron en exceso a la Mancomunidad que no pudo hacer nada para detener la invasión sueca en 1655, produciéndose un “diluvio” de tropas suecas. A esto se unió el cambio de bando de algunos nobles, lo que llevó a la pérdida de un cuarto de la población del país y al destrozo de su economía y sus infraestructuras. Esto además llevó a la independencia del Ducado de Prusia, que se uniría a Brandeburgo, creando problemas mayores en el futuro.

Este momento marcaría el principio de la decadencia del país y curiosamente el inicio de sus grandes hazañas bélicas, poco provechosas para el país pero que generaron un prestigio y una fama enorme a los combatientes polacos. El primero de estos combatientes fue Jan Sobieski, noble polaco que combatió a los Suecos durante el “Diluvio” y que gracias a su capacidad se convirtió en hombre de confianza del rey Jan II Casimiro. Sus victorias contra cosacos, turcos y distintos nobles rebeldes devolvieron la confianza y el prestigio al ejército polaco-lituano, este prestigio también le ayudó en sus ambiciones, ya que en 1674, tras la muerte de Miguel I, sucesor de Jan II Casimiro, fue elegido rey por el Sejm, convirtiéndose en Jan III Sobieski.

Jan III Sobieski
El inicio de su reinado se vio marcado por una nueva guerra contra los turcos, en la que salió victorioso, y en 1676 por fin, tras casi 30 años de guerras continuas, la Mancomunidad Polaco-Lituana conoció la paz. Jan III Sobieski, casado con una francesa, se acercó durante este periodo de paz a Luis XIV de Francia. El soberano francés le influenció  en muchas de sus decisiones y esto permitió que su corte se convirtiera en refugio de artistas, escritores y poetas, gracias a su mecenazgo, pero también generó en él ambiciones absolutistas, creándole problemas con la nobleza y el Sejm, con el que viviría en constante lucha.

En mitad de esta lucha llegó la primera gran hazaña realizada por un ejército polaco sin mucho sentido pero con mucho valor. En 1683, el Emperador Leopoldo I de Habsburgo mandaba a la cristiandad un llamado de auxilio, ya que un Ejército Otomano estaba avanzando, imparable, hacia Viena, ya que con el emperador refugiado en Linz y con la defensa en manos de 16.000 hombres la ciudad parecía perdida. El Rey de Polonia-Lituania decidió responder al llamado y en un ambiente de franca rebelión, Sobieski convocó al Sejm para pedirles un esfuerzo. Esto enfureció a algunos nobles, que ya estaban cansados de las políticas de Sobieski y creían que nada se le había perdido a Polonia en Austria (A ello hay que sumarle que Francia, deseosa de debilitar a Austria, había sobornado a algunos de ellos) Sobieski, cansado de esperar y harto de su nobleza marchó hacia Viena con un pequeño ejército que había reclutado el mismo dejando atrás el terreno abonado para la rebelión e indefenso ante cualquier ataque desde Hungría (aliados de los Otomanos).

Esta expedición se unió al ejército reclutado por los Habsburgo en el Sacro Imperio y que reunía tropas de pequeños estados como Sajonia, Baviera, Suabia, Franconia… dirigidos por Carlos de Lorena, Generalísimo de los Ejércitos Imperiales. Ambos llegaron a Viena y levantaron el asedio derrotando en poco más de media hora al Gran Visir Kara Mustafa en la batalla de Kahlenberg, donde los Húsares Alados Polacos, la elite de la caballería pesada, orgullo de su país, tuvieron un gran protagonismo liderando la carga final bajo el mando de su rey. Jan III Sobieski, orgulloso, escribió una misiva al Papa Inocencio XI anunciándole la victoria parafraseando a Julio Cesar: "Vinimos, vimos y Dios venció". Esta victoria, y muchas otras hazañas inútiles que se producirían después, llevarían al escritor polaco del S. XX Boy-Żeleński a afirmar que “Los húsares polacos siempre se lanzan a la carga hacia cualquier punto donde no se les ha perdido nada.”

Los Húsares Alados Polacos
Esta victoria, que lo consagró como uno de los grandes militares de su tiempo, fue fatal para su país, que no solo tuvo que sufrir una invasión húngara prácticamente indefenso, sino que se vio salpicado por multitud de rebeliones y de luchas internas; lo que provocaría su decadencia final. El S. XVIII fue de constantes problemas para la Mancomunidad, que poco a poco fue cayendo bajo la influencia de sus tres poderosos vecinos, el Sacro Imperio, representado en los Habsburgo, el Reino de Prusia y Rusia. Aunque entre 1788 y 1792 hubo grandes intentos de reforma, como la creación de la que sería la primera constitución redactada en Europa en 1791, nada pudo evitar la llamada “Repartición de Polonia” entre Rusia, Prusia y Austria en 1795.

Estos problemas internos y la posterior repartición llevaron a distintos polacos al exilio, ya fuera por cuestiones políticas o meramente por hambre. Por ejemplo dos de los exiliados políticos fueron Kazimierz Pułaski y Tadeusz Kościuszko, que se vieron obligados a exiliarse tras liderar distintos levantamientos contra la influencia rusa y terminaron, como los Húsares Alados de Sobieski, en un lugar donde no se les había perdido nada, América del Norte. Ambos colaboraron como generales en la Independencia Americana mientras su país era desmembrado; muriendo incluso Pułaski en la Batalla de Savanah.


A partir de aquí Polonia desapareció de la historia durante casi dos siglos pero no lo hicieron los polacos, que siguieron combatiendo en guerras en las cuales no se les había perdido nada por honor o esperando simplemente ayuda para recuperar su país. Unos de los que tuvieron éxito fueron los polacos de las famosas Brigadas Polacas de Napoleón, creadas con exiliados tras las particiones y que acabarían creando el Gran Ducado de Varsovia en 1807, pero que desaparecería, absorbido por el Imperio Ruso, tras el Congreso de Viena. Pero no fueron los únicos, regimientos de polacos lucharon en distintas guerras del S. XIX, como la de Unificación de Italia o en la Franco-Prusiana, siempre de la mano de sus amigos franceses. El éxito llegaría más de un siglo más tarde, en la Primera Guerra Mundial.

Durante la Gran Guerra los polacos se vieron obligados a combatir en ambos bandos en el Frente Oriental, sobre todo en las filas de Austro-Húngaros y Rusos (la población polaca que quedaba bajo control alemán era más bien poca), pero también fue posible verles, como no, junto a los franceses en el Frente Occidental. Más de 100.000 polacos (la mayoría emigrantes que habían salido de Polonia por el hambre tiempo atrás) se alistaron en la Legión Extranjera, de nuevo lanzándose a la carga en sitios donde más bien pintaban poco. Este esfuerzo, por suerte, sí que tuvo recompensa, y gran parte de estos combatientes pudieron volver a su país tras la guerra, ya que volvía a ser independiente.

¿Y que se encontraron al regresar? Más guerra. Convencidos por las potencias aliadas para que atacaran la Revolución Bolchevique se vieron inmersos en la Guerra Ruso-Soviética entre 1919 y 1920 y que cerca estuvo de dejarlos, de nuevo, sin país. Abandonados a su suerte por sus aliados, algo a lo cual los polacos ya estaban acostumbrados, consiguieron salvar los muebles en la Batalla de Varsovia y mantener su soberanía intacta. Esto dejó a los polacos con un país independiente, pero de nuevo bajo la amenaza de dos grandes potencias, Alemania y Rusia, y además con fronteras difícilmente defendibles, como el corredor polaco entre Alemania y Prusia Oriental.


Tras el periodo de entreguerras llegamos a la Segunda Guerra Mundial y al momento de nuestra anécdota actual. Un breve repaso a la historia polaca nos muestra porque el mito de la “Carga contra los Panzers” es fácilmente creíble; y es que esas muestras de valentía sin sentido ni beneficio formaban parte de la idiosincrasia polaca. En realidad el mito fue creado por unos reporteros de guerra italianos sobre una base real, como veremos a continuación. La tarde del 1 de Septiembre, primer día de la guerra, los alemanes avanzaron por el corredor polaco tratando de unir su territorio. Con el Ejército Alemán avanzando imparable los polacos, abandonados por sus aliados de nuevo, trataron de retirarse en orden, dejando para cubrir la retirada al  18º Regimiento de Caballería. Estos lanceros trataron de retrasar el avance alemán atacando sus flancos y curiosamente lograron varios éxitos, matando a varios alemanes y desorganizando las formaciones. Pero finalmente un error les hizo encontrarse con unas pequeñas tanquetas ametralladoras alemanas, que abrieron fuego haciendo una carnicería entre la caballería. Cuando al día siguiente los reporteros vieron los cadáveres los alemanes les afirmaron que habían sido derrotados mientras cargaban contra las tropas acorazadas. Los polacos, encantados con el mito, lo hicieron suyo, igual que los alemanes, que lo usaron para mostrar a los polacos como un pueblo atrasado.

Para no romper la tradición los polacos, durante la Segunda Guerra Mundial, siguieron combatiendo en lugares donde no se les había perdido nada, y tras huir de su país retirándose de dos ejércitos (Del alemán y el soviético, que se unió a la fiesta) se retiraron a Rumanía y Hungría, donde llegaron armados y en perfecto orden. Estos países les desarmaron pero les permitieron abandonar el país y marcharse a Francia y Reino Unido, donde seguirían combatiendo por todo el mundo, llegando a formar una compañía, la 1ª División Acorazada Polaca que lucía como símbolo las alas de los húsares de Sobieski. Siguiendo con su sino estos hombres se encontraron al volver a su país tras la contienda con otra guerra civil, llegando incluso a verse obligados a unirse a los partisanos anticomunistas… Pero eso es otra historia.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Se acerca el Invierno


Hoy vengo con algo diferente, no es la primera vez que hablo de nuevas maneras de hacer negocio en internet y hoy os traigo una nueva plataforma que supongo que más de uno conoceréis. Hablo de Etsy, una plataforma de venta de las conocidas como P2P (Peer to peer) y que funciona con la misma idea que los antiguos sistemas de descarga; solo pone en contacto a los clientes sin que la plataforma tenga intervención en la transferencia.

Etsy, al contrario que otras plataformas semejantes, se basa en la compra y venta de objetos de artesanía, hechos a mano o de carácter vintage. Por tanto podemos encontrar objetos como dibujos, grabados, brazaletes, bisutería, joyería, complementos, muñecos, soportes para móviles, menaje de cocina, textiles… Esto lo hace poniendo en contacto a los vendedores con los compradores, permitiendo a los primeros crear una o varias tiendas, dependiendo de los artículos que deseemos vender o el enfoque que queramos darle a la tienda.

Dentro de los usuarios de la tienda podemos encontrar desde personas que prácticamente han hecho de su tienda de Etsy su negocio y viven de él hasta los que han convertido esto como una manera de monetizar sus hobbies; no necesariamente con objetivo de obtener beneficios, sino simplemente para enseñar al mundo sus creaciones y cubrir gastos, como pueden ser los materiales.

Una de las vendedoras dentro de este último apartado y que se pueden encontrar en Etsy es Olbalro. Detrás de la tienda está @OlgaBallester92, una joven valenciana dedicada a hacer punto. Este hobby le ha llevado a Etsy para abrir su propia tienda y poner a la venta los distintos productos que crea. Por supuesto, esta tienda está empezando y aún tiene pocos productos que ofrecer, pero se espera un gran crecimiento en cuanto a productos a lo largo de los próximos meses. A todo esto hay que sumarle una imagen de marca muy cuidada diseñada por una diseñadora especializada como @Sephoramars y un buen trabajo fotográfico, lo que añade un mayor valor.


Además se acerca el invierno y sería recomendable estar preparado para el frío, ya que la calidad es excelente y el precio es de los más competitivos del mercado. A ello hay que sumar el la exclusividad, el cuidado y el buen trato que siempre incluye cualquier objeto hecho a mano. También acepta encargos y productos personalizados, lo que permite conseguir un producto completamente adaptado a las necesidades del comprador. Más datos y diseños se pueden encontrar en Instagram y Facebook.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Me duele Europa



François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, fue un filósofo, historiador y abogado francés que vivió durante el llamado Siglo de las Luces, el S. XVIII, siendo una de las figuras más importantes de la llamada Ilustración. Es decir, el renacer de la creencia en la razón como la solución a todos los problemas de la humanidad. Su objetivo era perseguir la ignorancia, la superstición y la tiranía para conseguir un mundo mejor. Suya es una frase que me gustaría hacer mía: “El ateísmo es el vicio de unas pocas personas inteligentes”. Es algo en lo que pensé nada más enterarme del atentado de París y forma parte de una reflexión más general, que hare a continuación. Creo que la religión es algo pernicioso para el hombre, es algo que he dicho en más de una ocasión, pero eso no me hace creer que todos los musulmanes sean culpables de la amenaza yihadista en la que vivimos. La religión es un problema porque atenta contra la razón y es un bastión de la ignorancia y la superstición, que acaba en tiranía derivando en tiranía, o en mentes manejables que hacen barbaridades como las del pasado viernes.

He llamado a mi entrada de hoy “Me duele Europa” y he empezado mencionando a Voltaire porque considero que son dos conceptos que deberían ir unidos. La Ilustración empezó una época en la cual Europa se fue convirtiendo, poco a poco, con las tensiones propias de la transformación, Revoluciones, Guerras Napoleónicas, Guerras Mundiales… A lo que es en la actualidad, o como mínimo a lo que era hasta hace unos años, un bastión de la razón frente a la barbarie y la ignorancia. Y ojo, no quiero que suene etnocéntrico, simplemente me refiero a que como proyecto común Europa ofrecía una serie de valores que emergían directamente de Voltaire y de otros filósofos de la Ilustración a los cuales se les había ido dando forma con el paso del tiempo y con colaboraciones de otros como Marx o Nietzsche.

Esa herencia común que compartimos los europeos viene de lejos y es la que nos ha permitido crear una serie de valores de los cuales sentirnos orgullosos. Herederos de la Revolución Francesa, de Robespierre, de Danton, de Lafayette y de tantos otros… En resumen. Herederos de esas tres ideas sobre las cuales se basa la democracia moderna: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Y esas ideas las que fueron atacadas en París el pasado viernes, en un acto de tremendo simbolismo si lo vemos de este modo.

Pero el problema es que el ataque hacia esos valores europeos no ha venido necesariamente de fuera. Que no se me malinterprete aquí, quienes dispararon el gatillo obviamente atacaron el sistema desde fuera, pero el ataque no se detuvo ahí. Si, los terroristas eran yihadistas y estaban dirigidos por alguna de la multitud de facciones islamistas que combaten en Siria e Iraq y que los medios de comunicación llaman “Estado Islámico”; pero el ataque a los valores europeos no se detuvo con el último de los disparos en París.

Esta noche, aviones de la República Francesa han vuelto a atacar esos ideales mientras soltaban su carga mortífera sobre la ciudad siria de Al Raqqa, en el centro del país, y hogar según el último censo de más de 220 mil personas; numero seguramente inferior debido a la Guerra Civil que azota el país desde hace más de cuatro años. ¿El objetivo? El “Cuartel General del Estado Islámico”. ¿Los civiles? Son sirios… En fin. De nuevo otro ataque a esos valores de los que hablábamos, y por desgracia esta vez desde dentro de Europa.



Si, se ha de hacer algo contra el yihadismo, estoy de acuerdo, pero dudo que ese algo sea seguir bombardeando “posiciones” de una organización terrorista que se basa en tácticas de guerrillas para combatir. Seamos sinceros, el Estado Islámico, aunque algunos quieran convencernos de lo contrario, no es un país, y bombardear una ciudad no servirá de nada, la evacuaran y cambiaran de zona. Parece mentira que occidente no aprendiera esto tras la derrota en Vietnam, no se puede ganar una guerra no convencional con tácticas convencionales, el bombardeo aéreo no es una opción. ¿Es por tanto la solución una invasión terrestre? Tampoco lo creo, Rusia está aplicando tácticas similares y no parece que se puedan detener los atentados, aunque por supuesto han recuperado gran parte del territorio sirio, ya es algo más de lo que ha logrado occidente con sus bombardeos en dos años.

La Guerra no es la solución, la solución hay que buscarla en otras partes. Al terrorismo no se le vence por las armas, se le vence con inteligencia y asfixiándolo. Se le vence negándoles suministros, se le vence haciendo que Turquía, aliado de Europa, deje de armar y entrenar yihadistas para combatir a sus propios habitantes kurdos. Se le vence haciendo que Arabia Saudí, otro aliado de Europa, deje de venderles armamento para poder seguir desestabilizando a Irán y Siria, sus dos grandes rivales de la región. Pero sobre todo se le vence dejando de utilizar y reforzar los propios terroristas para hacerse con el control de la región, algo que occidente lleva haciendo desde la Guerra de Afganistán contra la URSS en los 80.

Final de Rambo III, pelicula dedicada a los combatientes yihadistas aliados de EEUU en Afganistán
Pero sobre todo se le vence dejando atrás de una vez los intereses coloniales, se le vence dejando de desestabilizar países solidos como Libia y Siria porque no venden petróleo barato. Se le vence dejando usar cualquier arma para hacernos con el poder y seguir controlando otros países porque consideramos que son inferiores. Y sobre todo se le vence dejando de crear guerras para seguir haciendo negocio con el armamento. ¿Un ejemplo? El Ministro de Defensa español, Pedro Morenés, es un directivo de la Industria Armamentística, responsable incluso de fabricar bombas de racimo, prohibidas por organismos internacionales. ¿Sospechoso? Pues es solo España, imaginad esto aumentado al nivel de lobby en Estados Unidos.

Y es que los valores europeos no son atacados por terroristas, sino que por desgracia son atacados por nuestros propios líderes, que día si día también nos exponen al terror por sus ansias de poder o de beneficios. Son esos intereses de las elites los que meten a Europa en guerras donde tiene poco que ganar y los convierte en objetivos de grupos terroristas. Y es que al final quien acaba pagando siempre es el pueblo, tanto en Europa como en Siria, o el Libano, o Iraq… Y es que la cuestión es que el enemigo no es de raza, sino de clase, y cuando antes lo veamos antes evitaremos nuevas tragedias. Como decía, me duele Europa, pero no por ataques desde fuera, sino por ataques de los propios europeos.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Cuando el champán salvó a Francia


Hay alimentos que asociamos a países, como el jamón a España, la pasta y la pizza a Italia o el Fish & Chips al Reino Unido. Curiosamente en el caso francés podemos encontrar distintos productos que cumplen con este fin, como puede ser el queso, pero lo verdaderamente característico es el champan. Y ha hecho méritos más que suficientes para serlo, llegando incluso a salvar el país cual Juana de Arco. ¿Qué no me creéis? Seguid leyendo.

Ha llegado el gran momento, vamos a hablar de Francia y las Guerras Mundiales. Ya aviso que tendremos otros artículos basados en Francia y las Guerras Mundiales, pero este es el primero. Y es que nunca un país con tan pocos méritos militares (su última ofensiva con cierto éxito fue la invasión de Bélgica previa a Waterloo por parte de Napoleón en 1815) logró vencer en dos guerras mundiales. Ni siquiera Italia y sus diversos y ridículos cambios de bando en ambas contiendas se le acercan. Eso sí, no hay que quitar merito a su hábil diplomacia, si tus militares no sirven siempre puedes aliarte con los anglosajones o los rusos, que de guerra saben un rato.

En esta historia vamos a viajar a 1918, concretamente a la primavera de dicho año, cuando la Gran Guerra estaba en su punto culminante y lista para la conclusión. Porque eso era algo que todo el mundo tenía claro, la guerra terminaría antes de finalizar el año, debido al desgaste de ambos contendientes. No se podía saber quién acabaría llevándose el gato al agua, pero sí que la contienda no podía alargarse más. El bloqueo aliado sobre las Potencias Centrales había llevado a la población alemana y austrohúngara al borde del hambre y la revolución, solo el patriotismo y la visión de una victoria final que parecía muy cercana les mantenía en pie; al otro lado de las trincheras la moral francesa estaba a una derrota de la rendición y el ejército inglés, combatiendo en múltiples frentes (Balcanes, Oriente Próximo, Europa Occidental) estaba al borde del colapso; solo la llegada de los estadounidenses daba esperanzas para el futuro.

Por tanto ambos bandos se preparaban para una batalla que iba a ser decisiva y la inciativa recaía en el bando de las Potencias Centrales. La Revolución Rusa había sacado al Zar de la guerra y tras conseguir la paz en Brest-Litoskv están preparados para aplastar a sus rivales occidentales. Por fin, tras casi cuatro años de guerra, el Plan Schlieffen (echar a Francia de la guerra rápidamente y concentrarse en Rusia) es completado, aunque no de la manera esperada, y el Kaiser puede concentrar todas sus tropas en un frente. El fin de Francia está cerca, y Ludendorff, líder militar de Alemania y en estos momentos prácticamente su dictador, tiene claro donde dar el golpe.

El Frente Occidental lleva desde 1914 atascado en una guerra de trincheras que cruza Francia y Bélgica desde el Mar del Norte hasta Suiza. Ludendorff, que ya lo intentó al norte, en Ypres, el mes anterior y fracasó lleva mucho tiempo mirando el centro de esa línea, donde las líneas británicas se unen con las francesas. Su objetivo es romper el frente ahí y llegar a los puertos del canal para complicar el abastecimiento desde el mar de las tropas aliadas. El ataque sale bien, pero no logra su objetico y a 35 kilómetros de Dunkerque es detenido por un contraataque inglés. Pese a todo sigue teniendo hombres para seguir intentándolo, gracias a los refuerzos llegados desde el frente ruso.



Esta vez el golpe será más al sur, en la zona de Aisne, en la Champaña. Este sector esta defendido por franceses y Lundendorff espera derrumbar la moral del ejército con una victoria atronadora que le permita, además, llegar a París. El inicio de la ofensiva es genial, el frente se derrumba y el Gobierno Francés, temiendo por la seguridad de la capital, se retira a Burdeos. Es el 27 de Mayo y en toda Alemania se respira esperanza, la guerra puede terminar en unos días. Pero si algo tiene Francia cuando pintan bastos y la derrota parece absoluta es suerte; ya les ocurrió con Juana de Arco, les ocurrió con Napoleón en Austerlitz y les volvió a pasar en la Gran Guerra.

El avance alemán por la Champaña tuvo más inconvenientes de lo esperado. No era extraño ver a las hambrientas tropas del Kaiser tomar al asalto los depósitos de alimentos aliados tras una victoria. Era algo común y que demostraba los problemas que el bloqueo había traído a la Alemania. Pero esta ofensiva fue diferente, y es que lo que tomaron al asalto los soldados fueron las cavas del champán que abundan en la región. Es el 30 de Mayo y los informes no pueden ser más demoledores, una columna de aprovisionamiento advierte al Cuartel General de su incapacidad para atravesar el pueblo de Fimes porque “La calle está llena de soldados borrachos y de botellas de champán, unas llenas y otras vacías.” El Ejército Alemán está a menos de 100 kilómetros de París, pero el retraso debido a la fiesta permite a los franceses reorganizarse y resistir, salvando de nuevo a su capital como ya lo hicieran en 1914.


A Ludendorff el cuerpo le pide fusilar a todas las compañías que se emborracharon en la Champaña, pero por desgracia las cosas no están para hacerlo ya que el Ejército Alemán tiene grandes problemas de hombres. La guerra está perdida, la última oportunidad se ha esfumado y ahora la llegada de los norteamericanos no hace sino complicar cualquier otra opción. Por supuesto, los alemanes lo intentaran una última vez, en Reims en Julio, pero eso solo será un canto de cisne. En Noviembre, tras una ofensiva aliada en todos los frentes, Alemania se rendirá y pondrá fin a la Primera Guerra Mundial, solo seis meses después de haber estado a las puertas de París y de la victoria.

jueves, 29 de octubre de 2015

Una apuesta por la juventud


Hoy vuelve el Calcio al blog, y además lo hace de la mano de un histórico, la Unione Sportiva Pro Vercelli Calcio. Vale, supongo que a más de uno no les sonará así de primeras, pero en los inicios del fútbol en Italia fue uno de los grandes, al nivel del Milán o el Inter en aquella época. No hay más que ver su palmarés, con siete ligas, vale que todas ganadas entre 1908 y 1922, pero bueno… También grandes jugadores han lucido sus colores, siendo Silvio Piola, tercer máximo goleador en la historia de la selección italiana y bigoleador en la final del Mundial de 1938 que Italia ganó en casa, el mayor. Imaginaos si es grande que los estadios del Pro Vercelli y del Novara, donde también jugó, llevan su nombre. Sumadle a ello que se le considera uno de los inventores de la chilena… Solo por Piola el Vercelli ya merecería ser un grande, sino fuera porque ya lo era antes de la llegada del delantero al primer equipo.

Como vemos Piola da para dedicarle algún capitulo a él solo, aunque la historia que hoy vamos a tratar tiene poco que ver con él, ya que incluso ocurrió antes de su nacimiento. Empecemos por el principio, en 1910 el fútbol organizado en Italia hacía más de una década que era una realidad y al contrario de otros lugares de la Europa continental, donde aún estaba en pañales, el Calcio ya tenía una liga propia. Bueno, en realidad ese año fue cuando empezó la liga en el formato todos contra todos, pero un campeonato que enfrentaba a equipos del país (los ganadores de cada región) venía desarrollándose desde 1898. Curiosamente este cambio de campeonato de eliminación a liga, sería el causante de la anécdota que vamos a contar.

Resumiendo, en 1910 tras varios años disputándose un campeonato eliminatorio los dirigentes del Calcio decidieron imitar a los ingleses y empezar a disputar una liga. Al igual que ocurrió en Inglaterra la economía dictaminó que equipos la disputarían y de nuevo fue el norte industrial el único representado. Los nueve equipos (eran diez, pero el Venecia tuvo que abandonar por problemas económicos) que disputaron la primera liga de la historia de Italia eran exclusivamente de esa región, de ciudades como Milán, Turín, Génova o Vercelli, ciudad del Piamonte. Ese año, tras 16 jornadas, el Pro Vercelli y el Inter de Milán llegaron empatados a 25 puntos al final, el gol average favorecía al Pro Vercelli y en términos modernos hubiera sido el campeón, pero entonces no se aplicaba y se debía jugar un partido de desempate por el Scudetto.



Y aquí se armó el lio. El partido fue fijado para el 24 de Abril de 1910 pero había un problema. Una parte importante de los jugadores del Pro Vercelli aún no habían cumplido los 18 años de edad y compatibilizaban su estancia en el primer equipo con otros partidos en el equipo juvenil. Y resultó que el partido coincidía con un enfrentamiento del equipo juvenil, esto puede parecer una tontería ahora, pero en 1910 no lo era y menos aún si quien organizaba el partido era el Ejército, no tenían otra opción que disputarlo. El Pro Vercelli, vista la coincidencia, pidió a la Federación Italiana el aplazamiento del partido de desempate, pero al consultar con el Inter la cuestión estos se negaron a hacerlo. ¿El motivo? El Pro Vercelli era favorito, con nueve de sus jugadores en la selección italiana, librarse de ellos sería un buen alivio para el Inter.

Y más buena noticia fue la decisión que el Pro Vercelli tomó ante la cerrazón interista. Si los jugadores debían jugar un partido con los juveniles lo harían, pero lo harían todos. En señal de protesta el Pro Vercelli se presentó en el partido de desempate con un equipo llenó de jóvenes promesas, nunca mejor dicho, el equipo formado por los niños de 11 y 12 años fue quien disputó esa final. Como era de esperar el Inter ganó el campeonato, pero el honor se lo quedó el Pro Vercelli. ¿El resultado? Un 3-10 para los de Milán, que aun así tuvieron que ver como un grupo de niños les metía tres goles. Pese a todo la historia todo lo devuelve y el Pro Vercelli, ya sin problemas de calendario, ganó los tres títulos siguientes, demostrando que podía haber ocurrido si el partido se hubiera disputado en buena lid.

martes, 27 de octubre de 2015

Mickey Mouse, la evolución de un icono del cine



Hoy llega una entrada completamente diferente, y es algo a lo que nos vamos a tener que ir acostumbrando, hoy no soy yo el que escribe el artículo, sino alguien que conozco. Es algo que me gustaría que fuera convirtiéndose en algo si no común, corriente, ya que me gustaría dar voz en esta caja de sastre a distintas personas que conozco y que deseen expresarse aquí. El primer turno es, como no, para @OlgaBallester92 y su análisis sobre Mickey Mouse.

Introducción


En este articulo se habla sobre la evolución de un personaje muy famoso llamado Mickey Mouse empezando por la fecha de su creación hasta la actualidad.  Se repasarán los cambios que sufrirá este icono a lo largo de su historia y también se mencionarán sus mayores logros.

1928


El primer Mickey Mouse sale a la luz al final de los años 20, personaje que un joven Walt Disney se vio obligado a crear tras perder los derechos de un personaje anterior, en este caso un conejo llamado Oswald. Por tanto Mickey esta basado, en parte, en él. Su debut en la gran pantalla llego de la mano del corto “Steamboat Willie”. Este primer Mickey se caracterizaba por ser mucho más delgado que los posteriores, iba descalzo y sus pantalones eran celestes en vez de rojos y además tenían botones, aunque en la pantalla no era posible apreciarlo debido a las limitaciones técnicas en cuanto al color de la época.



En estos momentos, por supuesto, Mickey Mouse era solo uno de los personajes de su creador, Walt Disney, y aun no estaba considerado el icono que es en la actualidad, rango que iria adquiriendo con el paso del tiempo debido al éxito que sus historias alcanzaron; para acabar convirtiéndose en el icono de toda una manera de hacer cine; y de la empresa que fundó su creador.

Por tanto partimos de un personaje sencillo, que simplemente viene a rellenar el hueco dejado por otro anterior, Oswald, (se parecen mucho, su gran diferencia son las orejas, puntiagudas unas, redondeadas las otras) y así lo demuestra su grafismo y su sencillez, si lo comparamos con otros Mickeys que veremos más adelante, cuando ya se haya convertido en el buque insignia de Disney.

Década de los 30


El primer cambio de Mickey Mouse a nivel gráfico viene poco tiempo después de su creación, cuando el gran éxito del corto “Steamboat Willie” se ha hecho patente y el que iba a ser un mero personaje más empieza a crecer en importancia dentro del universo de Walt Disney. Es más, podemos referirnos a la década de los 30 como la época dorada del ratón, cuando de su mano Disney empezó a convertirse en la empresa que controlaría la industria durante casi un siglo. Sin ir más lejos más de 120 cortos de Mickey Mouse fueron realizados durante esa época. No hay que olvidar que fue en 1932 cuando la Academia del Cine premio a Walt Disney con el Oscar por la creación de Mickey Mouse.



Durante todos estos cortos el aspecto de Mickey Mouse empezó a cambiar ligeramente y a adaptarse a su nuevo estatus de estrella, es en este momento cuando aparecen por primera vez los guantes blancos y las botas amarillas, lo que les dará un aspecto ligeramente más semejante al actual si lo comparamos con el que lucía durante “Steamboat Willie”.

1940, el Mickey de Fantasía


La década de los 30 había empezado con un Mickey en auge, pero su importancia se había reducido con el paso de los años debido al auge de los largometrajes frente a los cortos que el ratón solía protagonizar. En 1940 esto se había convertido en una realidad y otros personajes más manejables y que daban mucho más juego para inventar historias largas, como el Pato Donald o Goofy, ganaron en importancia y rentabilidad dentro de la compañía. Pero este decaer de Mickey fue el que posibilitó su gran salto de personaje a icono de Disney.

Y es que el cariño que Walt Disney profesaba a Mickey Mouse le hizo crear para él un gran largometraje, que lo coronaria en el firmamento del cine clásico como si se tratará de cualquier otro de los actores de carne y hueso de la Época Dorada de Hollywood. Hablamos, como no, de Fantasía. Este largometraje, el segundo que realizaba Walt Disney tras Blancanieves y los Siete Enanitos, fue creado como una película experimental y completamente muda, donde solo se escuchaba la voz de Mickey Mouse, ya que la importancia radicaba en la música que acompañaba a la película. Y es que ocho piezas de música clásica suenan durante la película acompañando las distintas acciones que va realizando el protagonista.

El Mickey Mouse de Fantasía incluye nuevos elementos y cambios respecto a sus predecesores. Es el primero que cuenta con color en la cara y las manos, pasamos de una piel color blanca a una piel color carne, que le dota de mayor personalidad, también es la primera vez en que sus ojos son algo más que puntos en la cara y podemos observar sus pupilas. El vestuario también cambia y se vuelve más elaborado, cambiando con la película, siendo su indumentaria de brujo, con una larga túnica y un gorro puntiagudo, la más recordada.


Década de los 50


Fantasía había convertido a Mickey Mouse en el icono de Disney y esto llevo a diversos cambios en el personaje. Para empezar aumentó la dificultad para crear historias alrededor suya, algo que ya había ocurrido durante la década anterior, ya que introducir al ratón en algunas historias donde realizaba algo que no era completamente correcto podía levantar ampollas entre sus seguidores más fieles. Esto transmitió el peso narrativo y de creación de películas a otros personajes, siendo ellos quienes se encargaban de protagonizar las nuevas películas del estudio. Mickey, mientras tanto, se convirtió definitivamente en un símbolo, y su aspecto se adaptó a ello.

Los años cincuenta son los años de la consolidación de la Disney en el liderazgo de la animación: se funda Buena Vista Distribution para distribuir sus películas, se crea un programa de televisión conocido como el Club de Mickey, se inaugura el primer parque temático basado en los personajes de la empresa, Disneylandia. Y toda esta consolidación viene capitaneada, como no, por Mickey Mouse, que cada vez tiene un aspecto más cercano al actual.



Para empezar el color de su piel, excesivamente saturado en Fantasía, se vuelve más natural y gana en consistencia. Otros rasgos faciales también van adquiriendo su forma final, como es la nariz, que se ensancha y redondea, dejando detrás el aspecto puntiagudo que lucía en sus inicios. Otro cambio lo encontramos en sus orejas, que dejan de ser una circunferencia perfecta para alargarse en sus extremos y además ganar profundidad gracias a un arco interior más oscuro, lo que le da más apariencia de “oreja”. También cambia la indumentaria, su ropa se vuelve más viva y colorida, representando el optimismo que reina en la empresa.

El Mickey de los 80


En los treinta años anteriores la compañía había evolucionado y cambiado con la creación de nuevos parques de atracciones, de nuevas películas, de nuevos personajes y sobre todo la muerte de Walt Disney en 1966. Pese a todos estos cambios Mickey seguía siendo muy semejante al que había sido modificado en los años cincuenta, por lo que fue necesaria una nueva caracterización para adaptarlo a los tiempos.

La necesidad de acercarse a sus principales clientes, los niños, hace que Mickey Mouse se haga más sencillo y simpático, volviendo a parecerse al de Fantasía, las orejas se redondean de nuevo, igual que la cara, que adopta un aire mucho más aniñado, con mayor relleno e incluso pequeños mofletes. En realidad todo en este Mickey es semejante a un niño, lo vemos en su aspecto rechoncho o en su ropa, que empieza a venirle excesivamente holgada. Con esto se busca lograr una mayor identificación por parte de los niños en un Mickey que ya no está aquí para contar historias, sino para representar una compañía.


Mickey actual


En 2014 hubo una nueva remodelación que fue una vuelta al Mickey más clásico, aunque contando con las evoluciones sufridas durante su vida, sobretodo la realizada durante los ochenta. Este Mickey es aún más redondeado y tiene más apariencia de infante, reforzando lo realizado en su remodelación anterior, eso sí, también se ha simplificado, siendo un dibujo mucho más sencillo y reconocible, sin estar tan recargado.

Pero lo más importante de esta última actualización ha sido todo el cambio de su apartado técnico. Colores, luces, sombras y texturas han sido mejoradas para dotar de mayor profundidad y realismo al personaje, además de rodearle de un halo de mayor importancia. No hay que olvidar que es, en el fondo, el icono de una de las mayores empresas del mundo y, es más, una marca reconocida en cualquier rincón de la tierra.