Llevo mucho tiempo queriendo
escribir sobre esto. Os explico, cuando deseo añadir al blog una entrada pero
aun no quiero, o puedo, escribirla creo un archivo de Word con el título y la
guardo donde tengo el resto de entradas, esperando a ser escrita en un futuro.
Esta concretamente data del 15 de Diciembre, es decir, de los inicios del blog,
pero aún no había sido escrita.
Etnocentrismo
Si algo ha caracterizado a
Europa en los últimos cinco siglos ha sido la expansión de sus horizontes.
Desde que los navegantes portugueses empezaran a tratar de circunnavegar África
buscando las Indias en el S. XV, miles de exploradores les han imitado, nombres
como Cristóbal Colon, Juan Sebastián El Cano, Vasco Da Gama, Jacques Cartier o
James Cook se lanzaron al mar dispuestos a descubrir nuevas tierras para
Europa.
Por supuesto todos estos “descubrimientos”
van recubiertos de un claro barniz etnocéntrico, o más bien Eurocéntrico. Para los
europeos la historia está basada en nuestra civilización y la consideramos “Historia
Universal”, es por ello que para la gran mayoría de nosotros la existencia de
un gran reino en Malí o un Imperio en China mientras aquí en Europa estábamos en
plena Edad Oscura es completamente desconocido. Las regiones más allá de
Europa, Oriente Medio y el Norte de África solo entran en la historia cuando los
europeos llegan a ellas o algunos de sus habitantes llegan a Europa (como los
hunos o los mongoles).
Es por eso que con la expansión
por los cinco continentes los europeos nos encontramos con la necesidad de
nombrar a los nuevos lugares para poder reconocerlos. En algunos casos usamos
nombres traídos directamente de Europa, como por ejemplo en muchas colonias
españolas, es por eso que es posible encontrar Meridas, Valladolids, Barcelonas
o Valencias en América. Otra opción fue tratar de usar topónimos basados en
nombres nativos, como ocurre con ciertos estados norteamericanos como Dakota o
Idaho. Y de un caso como este viene nuestra curiosidad de hoy.
Errores
En el S. XVI los españoles, ya asentados en el Caribe, empezaron a extenderse por la costa del continente, en el actual México. Al sur de dicha costa, casi en el límite actual entre Guatemala y México, está la península del Yucatán. Antes de la llegada de los españoles este lugar lo habitaban los mayas, que construyeron monumentos como el Chichen Itza. ¿Y de donde proviene el nombre de Yucatán?
Durante la exploración de la
zona, en 1517, los españoles coincidieron con los habitantes mayas y decidieron
preguntarles el nombre de la tierra que pisaban. Estos les respondieron, según distintas
fuentes, con vocablos como: “Ma'anaatik
ka t'ann” o “Ci u t'ann” que
significaban literalmente “No entiendo tu hablar” o “No entiendo”. Los
españoles creyeron, equivocadamente, que los indígenas se referían así a su
hogar y estos nombres han evolucionado hacia el actual Yucatán. Esto, de nuevo,
es una forma de etnocentrismo, ya que los exploradores pensaban que el indígena
les entendía en su propia lengua y no mostraron ningún interés por aprender que
querían decirles los indígenas realmente.
Hay otro caso parecido a este,
pero al final se ha demostrado ser una leyenda. Se cuenta que cuando los
ingleses llegaron a Australia se quedaron sorprendido por los canguros y al
preguntar a los aborígenes por su nombre estos respondieron “Kan Ghu Ru” que vendría a significar,
como en el caso anterior, “No le entiendo”. Pero en realidad se ha demostrado
que el origen de la palabra es aborigen y que en realidad era el vocablo que se
usaba para nombrar al canguro gris, por tanto en este caso realmente existió
una correcta comunicación.
Estos casos se han puesto de
moda en la actualidad debido a las suposiciones de contactos con seres
extraterrestres y como podría desarrollarse una comunicación. A dia de hoy el
ser humano sigue considerando que un ser de otro planeta debería ser capaz de
entendernos, pero esto no es más que otro ejemplo de etnocentrismo (¿O terracentrismo?),
ya que si entre seres de la misma especie la comunicación tiene errores no me
quiero ni imaginar cómo lo seria entre un ser humano y un bicho verde y con
antenas. ¿Por qué seguro que los extraterrestres son verdes no? Hay tantas
cosas que no sabemos…
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