Esta
va a ser corta. Corta pero necesaria. Y es que tengo el tiempo justo de un
descanso entre clases para ponerme a escribir pero pienso aprovecharlo. Como es
obvio voy a hablar del ataque a Charlie Hebdo. Por si alguien no lo sabe hoy
han muerto en Paris 12 personas en un ataque islamista a la sede de una revista
satírica que hace un tiempo hizo humor sobre Mahoma.
No
voy a entrar a hacer análisis sesudos sobre causas probables o no. Voy a hablar
de otras cosas que creo que pueden ser más interesantes. Soy anticlerical, lo
he sido siempre, además de ateo. Es curioso. No soy antirreligión, solo
anticlerical. Puedo llegar a entender que alguien crea en algo superior a
nosotros aunque yo no lo hago. Yo soy una persona lógica y que considera
absurda la creencia en un ser superior, pero eso no quita que respete a quien
no lo haga, están en su derecho a creer en ello. En cambio soy anticlerical. No
tengo un problema con la idea de dios, tengo un problema con sus representantes
en la tierra. A gente que bajo su nombre hace las mayores barbaridades
posibles.
Y
ojo. Esto no es un ataque al Islam, o al Cristianismo, o a cualquier otra religión.
Es un ataque a sus extremistas. Y no nos engañemos. No creo que la lectura deba
ser que el Islam es así. Simplemente unos enfermos de la cabeza usan el Islam
para hacer barbaridades, otros usan el futbol para ello. Y no es un problema
exclusivamente islámico, no nos creamos superiores, las Cruzadas, la Santa Inquisición,
o ejemplos más cercanos como la homofobia o los problemas con el aborto nos
muestran que también aquí hay extremistas, aunque no se líen a tiros.
Y
es que aquí en España también tenemos un problema con los extremistas
religiosos. No, no, no me refiero a los cuatro "yihadistas" ceutíes
que el Ministro de Interior, perteneciente a otra secta ultra católica como el
Opus Dei, se jacta de detener de vez en cuando. Los tenemos tratando de
legislar con la Biblia en la mano. Diciéndonos que es un matrimonio o que no se
puede abortar porque a su amigo imaginario no le hace gracia. Esto también es
extremismo religioso, aunque sea el nuestro.
Ahora
veremos a muchos decir, con la superioridad moral que les caracteriza, lo malo
que es el Islam. Este ataque, de nuevo, les da motivos a los que consideran que
Europa debe ser xenófoba. No, nada más lejos de la realidad, esto no es cuestión
de razas o de religión, es cuestión de tener un cerebro abierto y permitir que
haya gente que no piense como tú o crea en lo que tú crees. Y el problema no es
solo el islamismo radical que asalta revistas, el problema también es a los
que, aquí, tratan de evitar que la gente sea libre porque no está de acuerdo
con su religión.
Y
quien quiera creer en un dios, que lo haga, y quien no quiera hacerlo que no lo
haga. Es lo importante. Que nadie imponga nada. Por eso jamás entenderé que en
este estado, laico en teoría, sigamos pagando el sueldo de los curas o la
Iglesia no pague el IBI. Y eso en un país donde hay gente que pasa hambre no
son disparos, pero también es violencia.
En homenaje a Charb, director de la publicación, a todos los fallecidos hoy y a los que han fallecido y fallecerán por defender la libertad de expresión.
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