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año, 7 meses y 2 días ha tardado en salir Luis Bárcenas de prisión, ni siquiera
ha cumplido con la cantinela famosa de los "tantos años y un día". O más
bien han tardado en sacarlo sus amigos del PP, no sea cosa que tire de la manta
y nos vayamos a la mierda... Y ha logrado ser puesto en libertad sin que se
haya aclarado siquiera qué era aquella contabilidad en B existente en su
partido y sin que se hayan depurado responsabilidades por ello. Rajoy, Cospedal
y el resto pueden respirar tranquilos. La "Omertà" ha funcionado.
Luis, gracias por los servicios prestados.
Mal endémico
Luis
Bárcenas es el estereotipo del corrupto patrio, ese chanchullero español metido
a político que ha hecho del Régimen del 78 su modo de vida. Plusvalías,
contratos fraudulentos, pagos en negro, trafico de influencias... Lo de
siempre. No caigamos en el error de creer que esto es nuevo, en la época
imperial Sevilla y Cádiz, bases del comercio con las Indias, estaban repletas
de gente como él. Y es que en España quien no se forra a base de esto es porque
no quiere, raro es no quedarse con una parte cuando por tus manos pasa algo.
Lo
único que diferencia a Bárcenas de otros es que a él, como a Matas o a Julián
Muñoz, lo han pillado y además carece de poder suficiente para evitar tener que
pasar por prisión. Porque no nos engañemos, aquí el político (o constructor, o
funcionario...) que va a la cárcel por corrupción es el raro, el tonto, el que
ha sido suficiente idiota para que lo pillen y que además no ha tenido la
capacidad de librarse de la condena.
Política podrida
Porque
reflexionemos. Demos un pequeño repaso por las personas relacionadas con las
grandes tramas de corrupción: los Rajoy, Cospedal, Aguirre, Camps, Costa, Mato, Chaves,
Griñán, Pujol (Padre e hijos...), Felix Millet, Urdangarín, Infanta Cristina,
Sonia Castedo, Rafael Blasco, Rato, Blesa, Rita Barbera... Ninguno de estos ha
pisado o pisará la cárcel salvo que mucho cambien las cosas. Y es que incluso
tras pasar por los juzgados y ser condenados, el tiempo en la cárcel es
reducido o directamente son indultados. Los mejores ejemplos pueden ser Carlos
Fabra, Matas o el propio Bárcenas.
Es
por eso que cada vez que oigo hablar por parte del Gobierno o la oposición de
lucha contra la corrupción me entra la risa. Es complicado que, desde dentro de
un sistema que nutre y protege la corrupción como algo innato, sea posible
combatirla. Y más aun si los encargados de anunciar dicha lucha son algunos de
los nombres de arriba, que ya se han encargado de enriquecerse a costa de las
arcas de un estado al que han saqueado dejando al país en la ruina para su
mayor beneficio personal.
Eso sí, los mismos que hoy salen a decirnos que combatirán la corrupción mientras se lucran con ella, son los que no dudan en avisarnos de que la culpa de todo es nuestra, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Lo siento señores, pero los españoles en ningún momento les pedimos que nos robaran nuestro dinero o lo usaran en proyectos inútiles para que pudieran lucrarse sus amigos.
Y que no salgan a dar lecciones de moral ni a advertirnos del peligro de votar a otras opciones. No. El problema de este país no está en que la gente opte por nuevas formas de gobierno. El problema está en los actuales partidos, que han asumido la corrupción como propia y se han lucrado con ella. ¿Solución? Urnas y tribunales. Pero unos tribunales de verdad. No como los de ahora, vendidos al poder, y para que esto pase, al final, no nos queda nada más que votar algo diferente.
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